El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, orientó su segundo día en Estados Unidos a los negocios y la seguridad, con la firma este lunes de un acuerdo espacial que permitirá el uso de la base de Alcántara (norte de Brasil) para el lanzamiento de cohetes estadounidenses, y una visita inesperada a la sede de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en Washington.
Este martes se espera el plato fuerte de la gira: su reunión al mediodía con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Salón Oval de la Casa Blanca.
Se prevé que tras el encuentro sellen una serie de acuerdos que les den a las relaciones bilaterales un renovado impulso sobre la base de la fuerte afinidad ideológica que existe entre ambos mandatarios, según analistas.
Esta es la primera visita oficial de Bolsonaro a otro país desde que asumió la presidencia el pasado primero de enero. “Hay un claro interés en entablar una mayor relación”, afirmó Juan Carlos Hidalgo, experto en América Latina del Instituto Cato.
Esto podría traducirse en la firma de acuerdos en varias áreas, como la integración comercial y la cooperación científica y aeroespacial, la simplificación de los visados de ingreso a EE. UU. para brasileños, y un respaldo más decidido a la candidatura de Brasil a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
La situación de Venezuela también será parte de esa conversación. “Debemos resolver el problema de nuestra Venezuela. No puede seguir así. Deben ser liberados. Y obviamente creemos y contamos con el apoyo de EE. UU. para lograr este objetivo”, declaró este lunes Bolsonaro ante la prensa, en un momento en que sube la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro.
Roberta Braga, directora asociada del centro latinoamericano del Atlantic Council, afirmó que “es poco probable que Brasil adopte acciones militares para resolver la situación en Venezuela, pero es posible que Bolsonaro adopte una postura más firme públicamente después de este viaje a Washington”.
Además, según Thomaz Favaro, analista de Control Risks, a Trump le interesa tener un aliado de peso como Brasil “para garantizar que esa ola de apoyo que Guaidó recibió no disminuya con el paso del tiempo”.
En materia comercial, Brasil busca que EE. UU. permita el ingreso de más productos, lo cual incluye el levantamiento de ciertas prohibiciones vigentes al ingreso de carne brasileña. A su vez, Trump podría reclamar una apertura del mercado brasileño al etanol estadounidense.