El Tribunal Correccional de Lyon encontró a Philippe Barbarin culpable de haber ocultado los abusos cometidos a niños por un sacerdote de su archidiócesis.
La presidenta del tribunal lo declaró «culpable por no haber denunciado malos tratos» contra un menor entre 2014 y 2015.
El prelado, de 68 años, no estuvo presente en la sala para escuchar el veredicto.
Sus abogados anunciaron que apelarán la sentencia. «La motivación del tribunal no me convence. Por lo tanto, vamos a apelar esta decisión a través de todas las vías de derecho», dijo Jean-Félix Luciani.
Sin embargo, el cardenal no tendrá que ir a cárcel, ya que la sentencia es exenta de cumplimento a menos que incurra en reincidencia.
Francois Devaux, uno de los demandantes, celebró esta sentencia a la que considera como «una gran victoria para la protección de los niños».
Philippe Barbarin es la más alta autoridad de la Iglesia católica procesada en Francia en relación con casos de abusos a menores.