El mayor consumo de los hogares (3,9 por ciento) fue el responsable de cerca del 91 por ciento del crecimiento de la economía el año pasado.
En otras palabras, de cada 100 pesos que creció el producto interno bruto (PIB) en 2018, 91 pesos fueron por el mayor gasto de las familias. Así mismo, en el aumento de este gasto se destacan las compras de bienes durables, que crecieron 6,3 por ciento. Dentro de estos, el gasto en muebles y artículos para el hogar se elevó un 5,2 por ciento.
Es lo que se desprende de las cifras reveladas este jueves por el Dane, en las cuales se evidencia el despegue de la economía luego de tres años de desaceleración. La producción del país aumentó 2,7 por ciento, casi el doble del 1,4 por ciento del 2017, año en el que la desaceleración tocó fondo.
El otro gran motor fueron las inversiones, que crecieron 3,5 por ciento. Sin embargo, el fuerte repunte de las importaciones (8 por ciento) evitó que el gasto de los hogares y las inversiones impulsaran con mayor fortaleza el PIB.
Para Bruce Mac Master, presidente de la Andi, un crecimiento como el observado el año pasado “debe propiciar un clima de optimismo alrededor de la economía colombiana y motivar a todos los sectores a continuar un proceso ya no de recuperación, sino de alcanzar cifras cercanas al 4 por ciento, hecho que puede ser posible con las buenas expectativas que se tienen para el 2019”.
Entre los sectores con mayor dinámica el año pasado se destacan el de actividades profesionales, científicas y técnicas, que mostró un crecimiento del 5 por ciento, y el sector público, educación y salud, cuyo avance fue del 4,1 por ciento, según el Dane.
Estos dos grandes sectores, junto con el comercio, que creció 3,1 por ciento en el 2018, fueron los que más aportaron al impulso del PIB el año pasado. El sector público, educación y salud contribuyó con 22,4 por ciento del crecimiento de la producción total. El de comercio, hoteles y restaurantes puso otro 20 por ciento, mientras que las actividades profesionales aportaron cerca del 13 por ciento.
Y si bien el sector de la construcción tuvo un discreto avance del 0,3 por ciento, los analistas ven muy positivo el cambio de tendencia que se está dando, luego de varios años en terreno negativo de esta actividad.
Para los analistas del Grupo Bancolombia, el repunte de la construcción fue la nota más destacada en el balance sectorial. Subrayan, por ejemplo, que las obras civiles se expandieron 5,5 por ciento en el último trimestre del año, y cortaron la racha de caídas.
Algo en lo que coincide Mauricio Hernández, economista del BBVA Research, quien además agrega que las edificaciones también aportaron su cuota en esa dinámica, pues se allí se consolidaron mejores números de los que había presentado en el trimestre de julio a septiembre.
Tras conocer las cifras del Dane, Sandra Forero, presidenta de Camacol, dijo que esperan un mejor desempeño, luego de dos años de baja dinámica, pero que “para ampliar la senda de recuperación solo es posible si se trabaja en tres aspectos: seguridad jurídica, eficiencia regulatoria y gestión oportuna de suelo.
El consenso de los analistas es que la economía se recupera, pero a un ritmo más lento del deseado.
De los 12 sectores productivos del país que el Dane tiene en cuenta para el cálculo del PIB, el de minas y cantera fue el único que terminó el año pasado en terreno negativo, con caída de 0,8 por ciento.
La extracción de minerales metalíferos, que cayó 12,1 por ciento, y la de carbón de piedra y lignito, que retrocedió 6,7 por ciento, evitaron que este renglón de la economía tuviera un mejor desempeño en el 2018.
Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, explica que esa menor producción de carbón se debió a la fuerte temporada de lluvias que afectó la operación normal de estos yacimientos, y a la imposibilidad de ampliar proyectos como resultado de decisiones judiciales (es el caso de Cerrejón).
Dijo además que esa caída no fue mayor “gracias a que la producción de níquel en el país creció 6,2 por ciento debido a las nuevas áreas en explotación de este mineral en el sur de Córdoba”.
Según el gremio, minerales como materiales de construcción se mantuvieron estables por la baja dinámica que tuvo el sector constructor, mientras que en el oro, los controles a las extracciones ilícitas contribuyeron a la caída de este indicador, lo cual representa una buena noticia para el país.
Para Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, pese a la caída del sector, la extracción de crudo y gas natural tuvo un crecimiento del 1,4 por ciento anual, lo que evitó una mayor caída en la explotación de minas y canteras, dado que esta representa el 63 por ciento de esta actividad.
Agregó que el aporte de esa actividad contribuyó a que el impacto en el PIB total no fuera mayor, pues el sector representa un 6 por ciento de este, lo que deja ver la necesidad de seguir incentivando la exploración y producción de hidrocarburos en el país.