La megastar del rap Kanye West es un gran admirador de Donald Trump y lo demostró este jueves durante una reunión con el mandatario en la Casa Blanca. «Amo a este tipo», declaró el marido de la mediática Kim Kardashian en la Oficina Oval.
Sentado enfrente de Trump y ataviado con la gorra roja con el lema «Make America Great Again» («Hacer a Estados Unidos grande de nuevo»), West afirmó que ese complemento fue para él como «una capa de Superman» durante la campaña electoral.
El rapero, quien ahora se hace llamar «Ye», fue invitado para debatir cómo prevenir la violencia de pandillas y la reforma del sistema penitenciario del país, entre otras cuestiones.
El músico dejó «mudo» al presidente con una extensa disertación que hizo frente a los periodistas que cubrían el particular encuentro. «Mi padre y madre se separaron, así que no había mucha energía masculina en casa, y también estoy casado con (una mujer de) una familia en la que tampoco hay mucha energía masculina», dijo West, quien aseguró haber obtenido esa energía de Trump y la contrastó con el lema «Estoy con ella» de la candidata demócrata Hillary Clinton.
También contó que le fue diagnosticado un trastorno bipolar, pero que sentía que era un «diagnóstico erróneo» y que simplemente está «mal dormido».
«Eso fue bastante», dijo Trump al final del inconexo discurso de West.
Fue del alma. Simplemente lo canalicé», dijo el músico, y agregó que Trump «podría no haber esperado que un hijo de puta loco como Kanye West lo apoyara».
West, que ha sido muy criticado por parte de la industria del entretenimiento por apoyar al mandatario, incluso dijo que podría ser el próximo presidente, pero «solo después» de Trump en 2024.
El rapero, que llegó a referirse a Trump como un «hermano», ha defendido al mandatario en reiteradas ocasiones, una postura que ha creado polémica entre sus seguidores.