A los funcionarios de Canadá y los Estados Unidos les preocupa que la próxima oleada de solicitantes de asilo en la frontera sea una población mucho mayor a la que actualmente atraviesan con los haitianos.
Más de 260.000 salvadoreños se enfrentarán a la deportación de los Estados Unidos si su estado de protección temporal se levanta en marzo – cuatro veces el número de haitianos cubiertos por el mismo programa en los estados Unidos.
La creencia entre los haitianos de que su estatus terminará en enero ha enviado miles de personas huyendo a Canadá; Constituyen la mayoría de las casi 7.000 personas atrapadas cruzando en un punto fronterizo no oficial en Quebec este verano.
Funcionarios del gobierno de ambos lados de la frontera dijeron a los medios canadienses esta semana que si los salvadoreños seguirán los pasos de los haitianos esto en la frontera se pondrá difícil, dado que la afluencia actual ya está agotando los recursos.
Los funcionarios no estaban autorizados a hablar públicamente, pero dijeron que no han visto hasta ahora pruebas de las mismas campañas de medios sociales, por ejemplo, que han estado empujando a los haitianos hacia el norte con falsas promesas de trato preferencial.
Los datos más actuales de la Junta de Inmigración y Refugiados muestran que en los primeros tres meses de 2017, 158 salvadoreños presentaron demandas de asilo, en comparación con 244 en todo el 2016. La tasa de aceptación del año pasado fue del 70%.
Los Estados Unidos no han terminado el estatus de protección temporal para los haitianos o los salvadoreños, pero han señalado que no se podrá renovar cuando expire. Existen otras nacionalidades cuya condición de protección también expira, entre ellas las hondureñas. Alrededor de 86.000 personas se verían afectados.
Según los funcionarios de inmigración, los salvadoreños, al igual que los haitianos están familiarizados con su comunidad ya existente en Quebec.
Angela Ventura, que dirige una asociación de la comunidad salvadoreña en Windsor, Ontario, dijo que ha recibido un flujo constante de consultas de personas en los EE.UU. explorando un posible traslado a Canadá.
Ventura que es salvadoreña afirmo sentirse conmovida al ver a la gente temer por su futuro en los Estados Unidos y se preguntan qué hacer.
«Como paralegal canadiense, tengo que decirles que debido a nuestras leyes de inmigración, no pueden simplemente aparecer en la frontera». Dijo la joven de origen salvadoreño.
Ventura fue parte de una ola de salvadoreños que llegaron a Canadá en la década de 1980 huyendo de la guerra civil. Fue patrocinada por su hermana, pero más de 10.000 salvadoreños llegaron como refugiados durante un período de tres años.
En 1985, Estados Unidos otorgaba asilo a sólo el tres por ciento de las reclamaciones de El Salvador, mientras que la tasa de aceptación de Canadá era del 60 por ciento, según una investigación compilada por Julie Young, becaria postdoctoral del Instituto sobre Globalización y Condición Humana Universidad de McMaster.
Young dijo en su informe, que cuando la administración estadounidense empezó a implementar los cambios en la política de inmigración en febrero y al mismo tiempo decenas de personas comenzaron a aparecer en la frontera canadiense, empezó a notar los paralelos con la situación de hace 30 años.
«Hay similitudes en el contexto de la política – las personas que no fueron reconocidas como refugiados en los Estados Unidos, llegaron a la frontera canadiense buscando refugio», dijo.
«Pero la principal diferencia es el acuerdo de Tercer País Seguro porque cambia la forma en que funciona la frontera actualmente» concluyo la funcionaria.
En la década de 1980, las personas se presentaban en los puntos de entrada oficiales y presentaban reclamaciones. Pero desde que el acuerdo entró en vigor en el 2004, ya no se les permitió hacerlo y eso es lo que está impulsando a tantos a entrar a través de los puntos fronterizos ilegales.
Ventura dijo que la gente está considerando venir ilegalmente es un reflejo de cuánto temen la deportación de regreso a El Salvador.
Sin embargo, sin apuntar, señaló algo más: el tweet del primer ministro Justin Trudeau en enero, donde respondió a la prohibición de inmigración del gobierno Trump y dijo que Canadá seguiría recibiendo a personas que huían de la persecución.
«Cuando el Sr. Trudeau dijo que damos la bienvenida a los refugiados y cosas así, él no dijo que usted tiene que visitar o embajadas o consulados, usted tiene que obtener una visa», dijo.
El Sr. Trudeau omitió esa parte en su tweet.
