Colombia pasó por encima de un Camerún sin reacción, ni talento ni la velocidad que se esperaba. Peor no por eso su exhibición pierde brillo, pues hubo destellos de James, Cuadrado y el propio Mina para llevar a la difícil definición de la Eliminatoria Mundialista.
Había dificultades para conectar los pases, sólo James se animaba en un tiro libre y Borja intentaba conectarse con los volantes pero sin mucha armonía. Normal, un equipo con cinco cambios respecto al de España necesitaba algo de rodaje.
Pero el tiempo fue acomodando las piezas y ante un rival más bien pasivo, sería James el director de la coreografía tras soltar un tremendo remate, por el palo del portero, para inaugurar el marcador al minuto 15.
El gol acabó de ajustar las piezas y de allí en más fue una sinfonía amarilla. La derecha era una autopista por donde se movían con libertado Santiago Arias y Cuadrado y por la izquierda difícilmente se vio a Fabra pasando dificultades. De hecho, el hombre de Juventus estuvo a punto de marcar un gol de antología, arrastrando marcas y fallando justo en la última puntada, frente al arco.
Pero en el día del ritmo, ante una tribuna llena de colombianos, no iba a fallar el hombre del sabor: Yerri Mina. Al minuto 31 apareció preciso, como siempre, con sus 1,93m de estatura para marcar de cabeza el segundo de la selección nacional.
¿Camerún? Bien, gracias. Nunca encontró la forma de taponar el costado derecho y apenas una vez se animó a llegar a terreno de Ospina, al minuto 43: remate a ras de suelo y allá llegó el portero, a su palo derecho.
Para el complemento llegaron Falcao y Teófilo Gutiérrez, aquella exitosa llave del gol de la última eliminatoria, a la que no se veía hace poco más de dos años (se fueron Borja y Sánchez).
Al minuto 47 se iría expulsado Tambe en Camerún y al 52 aparecería de nuevo el enorme Mina en posición de atacante: centro de Giovanni Moreno –otro gigante- y apenas tuvo que atravesar la pierna derecha el caucano para asegurar el 3-0 parcial. Más baile, más ritmo y, de ser cierto que el jefe deportivo de Barcelona estaba viéndolo en la tribuna, más sonrisas para el más famoso hijo de Guachené.
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