Por Vilma Filici / filici@filici.com
TORONTO. Esta columna la estoy escribiendo desde el Distrito Federal, en México, a donde hemos venido con mi socia para dar unas conferencias sobre inmigración a Canadá. Hemos estado en Monterrey, Puebla y ahora en el Distrito Federal, y en realidad hemos visto un potencial increíble de profesionales que podrían no solamente obtener su estatus en Canadá, sino que a la vez beneficiarían a la economía canadiense dado el nivel de capacitación que tienen.
Fue muy importante para nosotras venir a México y dar estas conferencias, ya que tenemos muchos clientes que provienen de México, y específicamente poder hablar acerca del Tratado de Libre Comercio (TLC) que existe entre México, Estados Unidos y Canadá, y sobre cómo los ciudadanos mexicanos pueden obtener un permiso de trabajo en Canadá sin mayores problemas.
Esto es posible dado que gracias al TLC hay una lista de profesiones para las cuales hay espacio abierto, y por lo tanto obteniendo una oferta de empleo pueden muy fácilmente adquirir un permiso de trabajo en Canadá que luego se puede convertir, cumpliendo con ciertos requisitos, en residencia permanente.
También fue muy importante el poder clarificar a los asistentes a los seminarios el hecho de que a pesar de que ahora ya no necesitan visa para viajar a Canadá, y que también cualquier persona que llegue a un puerto de entrada canadiense tiene la posibilidad de pedir refugio y se le va a dar la oportunidad (si son elegibles) de presentar su caso ante el Consejo de Refugio, esta no necesariamente es la mejor opción para ir a vivir a Canadá.
Porque el hecho de que Canadá los deje entrar a pedir refugio no quiere decir que ya son refugiados ni que se les va a dar la residencia permanente. Porque si la persona no es realmente refugiada de acuerdo a la definición de lo que es un refugiado, o a la definición de lo que es una persona que necesita protección, Canadá les va a rechazar su solicitud de refugio.
En esta lógica, a muchos mexicanos interesados en inmigrar a Canadá no les conviene bajo ningún punto de vista pedir refugio, porque los procesos de refugio se están procesando muy rápidamente y sino son aceptados como refugiados obviamente no van a poder hacer el trámite de residencia permanente y van a quedar con una orden de deportación. Esta orden de deportación significa que tienen que salir de Canadá, y que si no lo hacen en la fecha que la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) les diga que tienen que hacerlo, se va a emitir contra ellos una orden de arresto a nivel nacional por lo que se les va a hacer bastante difícil vivir de forma indocumentada en Canadá.
Le explicamos a los asistentes que el hecho de que nuestro Primer Ministro, que nuestro Ministro de Seguridad Fronteriza e incluso nuestro Ministro de Inmigración estén diciendo que Canadá recibe a los refugiados con los brazos abiertos, esto no significa que a cualquier persona que llegue a Canadá y pida refugio se le va a recibir en realidad con los brazos abiertos.
A quien efectivamente se recibe con los brazos abiertos es al refugiado genuino que en realidad puede demostrar que tiene un temor bien fundado de persecución en su país de origen, que su vida está en peligro y que no hay un lugar dentro de su país donde pueda vivir sin sufrir persecución. Si la persona puede probar que en el país donde está siendo perseguido no puede ser protegido por las autoridades, o que son las mismas autoridades quienes lo están persiguiendo, entonces esta persona sí tiene posibilidades de obtener el estatus de refugiado. Y aquí hay que considerar también que tampoco todo el mundo que es aceptados luego puede hacer el trámite para la residencia permanente.
Sobre esta base, insistimos en las conferencias que una de las mejores opciones para inmigrar a Canadá es bajo el TLC, porque las personas que califiquen bajo las profesiones establecidas pueden llegar a Canadá, obtener su permiso de trabajo, trabajar un año y después, con un buen nivel de inglés y con un año de experiencia profesional, pueden hacer el trámite para la residencia permanente.
También les hablamos sobre la categoría de inversores, quienes llegan a Canadá a abrir un negocio. A ellos se les puede conseguir un permiso de trabajo, lo mismo que a los intra-company transfer, que son los ejecutivos o gerentes a un alto nivel que llegan a Canadá a abrir una subsidiaria de una empresa que tiene su sede en México o en los Estados Unidos.
Obviamente también nos expandimos en la categoría de estudiantes internacionales, porque esta es otra muy buena opción para obtener la residencia permanente dado que los estudiantes internacionales tienen muchísimos beneficios migratorios. Por ejemplo, mientras están estudiando algo que les va a llevar a un título, pueden trabajar 20 horas semanales; si son casados, sus parejas pueden trabajar; si tienen hijos, los niños pueden estudiar; y una vez que terminan sus estudios tienen la posibilidad de obtener un permiso de trabajo por uno o tres años, dependiendo del tiempo de duración de sus estudios.
Luego de trabajar durante un año, al igual que los trabajadores temporales, los estudiantes internacionales pueden iniciar su trámite para la residencia permanente. Y en ambos casos (trabajadores calificados y estudiante internacionales) obtienen puntaje adicional por haber trabajado y por haber estudiado en Canadá, por lo que un 99 por ciento de estas personas tienen la posibilidad de obtener la residencia permanente.
De igual forma también hablamos sobre los trabajadores calificados y los trabajadores de mano de obra especializada que hay en México y que tienen un muy buen nivel de inglés o francés, un buen nivel de estudio y experiencia de trabajo, quienes pueden calificar bajo el programa de trabajadores calificados y bajo el sistema de procesamiento que es el Express Entry. Ellos pueden iniciar su trámite estando en México y ser invitados a hacer su trámite para la residencia permanente.
Definitivamente este viaje a México ha sido una experiencia excepcional, la gente de México ha sido cálida, la comida súper, y por supuesto también tuvimos la posibilidad de ir a disfrutar música de mariachis a Plaza Garibaldi.