El yerno del Rey de España, Iñaki Urdangarin, dijo hoy que la Casa Real nunca autorizó o avaló los negocios del Instituto Nóos que él presidió, y desvinculó a su esposa, la infanta Cristina, de las actividades de esta fundación que presuntamente desvió millones de euros de fondos públicos.
Urdangarin declaró hoy ante el juez de instrucción José Castro, un año después de haber comparecido por primera vez imputado en esta causa que investiga el supuesto desvío de unos 6,1 millones de euros de las administraciones regionales de Baleares y Valencia al Instituto Nóos entre los años 2004 y 2007.
Apartado de las actividades oficiales de la Familia Real desde diciembre de 2011, tras su imputación, Urdangarin, de 45 años, comenzó su comparecencia leyendo una declaración en la que aseguró que la Casa del Rey «no opinó, asesoró, autorizó o avaló las actividades» que desarrollaba Nóos.
El exjugador de balonmano, casado con la hija menor del monarca desde 1997, también señaló que, por el contrario, la Casa del Rey le recomendó que dejara de realizar dichas actividades -en referencia a sus contratos presuntamente irregulares con administraciones públicas- porque no las consideraba adecuadas para su estatus institucional, y que él así lo hizo.
Mientras se desarrollaba su declaración, varios centenares de personas se manifestaban fuera del juzgado de Palma de Mallorca (Islas Baleares) en contra de la Monarquía y a favor de la República, y gritando eslóganes como «Los borbones a los tiburones» o exigiendo «justicia para todos».
La indignación popular creada por la presunta vinculación de Urdangarin con este caso de corrupción, en medio de la grave crisis económica que vive España, llevó hace una semanas al Ayuntamiento de Palma de Mallorca a eliminar el nombre de los Duques de Palma de una popular avenida de la ciudad.
En su declaración de hoy, Urdangarin negó también que tuviera lugar alguna reunión en el Palacio de la Zarzuela (la residencia de los Reyes de España) para preparar la cumbre Valencia Summit, uno de los eventos organizados por Nóos y con los que supuestamente este instituto se apropió de millones de euros públicos.
El yerno del Rey Juan Carlos rechazó asimismo que posea cuentas bancarias en Suiza y utilice testaferros.
Según informaron a Efe fuente jurídicas, Urdangarin aseguró además, que en marzo de 2006, por consejo de la Casa Real, se desmarcó del Instituto Nóos.
Urdangarin y su abogado impugnaron, además, los correos electrónicos entregados al juez por el exsocio en Nóos, Diego Torres, también imputado en la causa y que trata de demostrar que el yerno del Rey Juan Carlos tomaba decisiones en el instituto y su entramado empresarial.
«Muchas gracias», es lo único que dijo el yerno del Rey, con semblante serio, a los informadores que le esperaban a la salida de los juzgados.
No era hoy una jornada fácil para el duque de Palma, que compareció en una pequeña sala de vistas de 35 metros cuadrados bajo la imagen de una foto del Rey, su suegro, y unas 40 personas entre el juez, los fiscales y los abogados.
El secretario personal de las hijas del Rey, las infantas Elena y Cristina, Carlos García Revenga, también declaró hoy como imputado ante el mismo juez de instrucción.
García Revenga aseguró que, aunque era tesorero del Instituto Nóos, ni manejaba sus cuentas ni participó en la administración de esta entidad investigada por la presunta malversación de fondos públicos.
La Casa del Rey anunció el pasado 30 de enero que mantendría a García Revenga en su puesto de asesor y secretario de las infantas y no tomaría ninguna decisión sobre él antes de su comparecencia como imputado.
De los miembros de la junta directiva, la infanta Cristina, que era vocal, es la única no imputada en este caso.
A lo largo de la investigación, el juez Castro ha constatado «indicios racionales» de los delitos de falsedad documental, prevaricación administrativa, malversación de fondos públicos, fraude a la Administración y tráfico de influencias.
Para cubrir las posibles responsabilidades civiles del caso, el juez Castro impuso el pasado 30 de enero una fianza solidaria de 8,2 millones de euros (casi 11 millones de dólares) a Urdangarin y Torres, que no han depositado.
(EFE).-