Las autoridades canadienses autorizaron hoy la creación en Montreal de tres narcosalas, dependencias de uso público donde los toxicómanos pueden inyectarse droga en condiciones higiénicas, para «responder a la crisis de salud pública relacionada con sobredosis y muertes por opioides en todo el país».
Montreal solicitó hace varios años a las autoridades federales canadienses autorización para la creación de narcosalas en la ciudad, pero el anterior Gobierno del primer ministro conservador Stephen Harper rechazó la petición.
El Ministerio de Sanidad explicó en un comunicado que las narcosalas «han tenido positivos resultados en Canadá así como en otros países».
Entre los beneficios nombrados por las autoridades sanitarias se incluyen la reducción en la transmisión de enfermedades y muertes por sobredosis así como la reducción del uso de los servicios de urgencias y los hospitales por parte de individuos que se inyectan drogas.
«Datos internacionales y canadienses muestran que, cuando son gestionados de forma apropiada, las narcosalas pueden salvar vidas sin aumentar el consumo de drogas o los delitos en el área donde se encuentran», añadió el Ministerio de Sanidad.
La ciudad de Vancouver cuenta desde 2003 con una narcosala pero en 2011 el anterior Gobierno canadiense intentó cerrar la instalación. Sin embargo, los tribunales obligaron a Ottawa a mantener abierta la narcosala.
En las narcosalas, los usuarios de drogas «son supervisados por personal cualificado que pueden proporcionar un tratamiento en el caso de una sobredosis», explicaron las autoridades canadienses.
Además de Montreal, la ciudad de Quebec ha solicitado a las autoridades federales canadienses autorización para abrir narcosalas.
El Gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau, que llegó al poder a finales de 2015, ha señalado que facilitará la apertura de narcosalas.
Varias ciudades canadienses, especialmente Vancouver, se enfrentan a una crisis de sobredosis y muertes provocadas por el uso de drogas.
Solo en la provincia de Columbia Británica, donde se encuentra Vancouver, en 2016 murieron más de 600 personas por consumo de drogas ilegales, casi el doble que en 2015, por la creciente popularidad de drogas como fentanil, un potente opioide que es utilizado para cortar otras drogas.
Toronto (Canadá), 6 feb (EFE).-