La canciller alemana, Angela Merkel, ratificó hoy su apoyo al acuerdo suscrito entre la UE y Turquía para la devolución de refugiados, a pesar de reconocer que, en su puesta en marcha, no se ha llegado tan lejos como a ella le habría gustado.
En su tradicional mensaje de vídeo semanal, Merkel se muestra convencida de que ese acuerdo, por el que la UE puede devolver a Turquía a solicitantes de asilo que llegan a sus costas de forma irregular y a cambio acepta un refugiado por vías legales, «es un buen ejemplo» para negociaciones con otros países de la ribera sur del Mediterráneo.
Apuesta en este contexto por firmar en el futuro acuerdos similares con países como Libia, Túnez y Egipto, con quienes las conversaciones se encuentran sólo en «una fase inicial».
Tras destacar que cualquier acuerdo implica ayudar a esos países, los que primero sufren la presión migratoria, reconoce también las dificultades de negociar, por ejemplo, con Libia, donde primero se necesita contar con «un gobierno de unidad estable».
«El Estado libio está en una situación catastrófica, así que aún queda mucho trabajo por hacer» antes de poder acabar con el negocio de las mafias de traficantes, admite la canciller.
Asume así que seguirá aumentando la participación de militares y policías alemanes en misiones en el extranjero y en especial en los operativos para controlar las fronteras exteriores de la UE, de cuyo éxito depende que Alemania pueda eliminar los controles en sus fronteras terrestres, señala.
Al repasar el año 2016, reconoce que no ha traído consigo la tranquilidad esperada y subraya la «dramática» situación en Siria y las «terribles» imágenes que llegan desde Alepo.
Merkel estima que se ha logrado «algún éxito» en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico y pone como ejemplo los avances sobre Mosul, aunque admite que la contrapartida ha sido el aumento de la amenaza terrorista, también en Alemania.
Berlín, 10 dic (EFE).-
