Una mujer muerta, 23 heridos, entre ellos 22 policías y un bombero, y 42 detenidos dejaron los disturbios de anoche en Lima en el ataque de una turba a una comisaría que frustró el linchamiento a dos personas a las que acusaban de ser traficantes de órganos de niños, informó hoy el jefe policial de Lima, Hugo Begazo.
La fallecida perdió la vida por una herida de bala en el cuello, aparentemente procedente de una de las armas de los policías que hicieron disparos al aire en los momentos de mayor tensión del altercado.
La turba, de al menos 500 personas, trató de tomar la comisaría del populoso y humilde barrio de Huaycán, en el este de Lima, donde sus policías resguardaron a dos encuestadores que estaban a punto de ser linchados por los vecinos del lugar al creer que eran «pishtacos» (criminal que saca las vísceras a sus víctimas).
Entre los 42 detenidos hay 36 adultos y 6 menores de edad, que fueron derivados al departamento de Seguridad del Estado para que sean puestos a disposición judicial, según Begazo.
Los vándalos incendiaron dos vehículos, y dañaron otros dieciséis automóviles, entre ellos diez patrulleros de la Policía que se encontraban en las inmediaciones de la comisaría, además de un vehículo de bomberos y un cajero automático.
Begazo explicó que el frustrado linchamiento y los posteriores ataques se sucedieron después de que en los últimos días se difundieran en redes sociales informaciones falsas sobre la aparición de niños descuartizados en Huaycán por «pishtacos».
El jefe policial aclaró que esos rumores son «completamente falsos» y que no existen denuncias por desaparición de niños ni por supuesto tráfico ilegal de órganos.
El ministro peruano del Interior, Carlos Basombrío, aseguró que «hay personas que quieren asustar a la población con fines desconocidos» y advirtió que «una vez que sean identificados, pagarán las consecuencias».
Paola Cerrón, una de los dos encuestadores que iba a ser linchado, narró a Radio Programas del Perú (RPP) que se le vino encima una multitud de entre 300 y 400 personas.
«Me rompieron el polo. Me sacaron un mechón de cabello. Me metían puñetazos y patadas. Me arrastraban, y yo me aferraba al chaleco de uno de los policías que intentaba sacarme», relató.
Una situación similar ocurrió este miércoles en Huánuco, capital de la región del mismo nombre, a unos 400 kilómetros al noreste de Lima, cuando una turba retuvo durante tres horas a una encuestadora del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a la que acusaban de ser una «pishtaco» (sacamantecas), según medios locales.
El comisario de Huánuco, Miguel Espinoza, afirmó que en su jurisdicción tampoco existen denuncias sobre supuestos traficantes de órganos y aclaró que estas informaciones son rumores iniciados en redes sociales «por personas malintencionadas».
Lima, 2 dic (EFE).-
