La Policía de Costa Rica detuvo hoy a un hombre sospechoso de promover, planear, coordinar y ejecutar el tráfico de migrantes nacionales hacia otros países, con destino final a Estados Unidos, según declaró a periodistas el fiscal general de la República, Jorge Chavarría.
La Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes dirigió hoy un allanamiento en Pérez Zeledón (Pacífico sur) y capturó al hombre, de apellidos Barboza Fallas.
La investigación se inició con la desaparición de tres costarricenses en Bahamas, en abril del 2015, luego de que presuntamente pagaron al imputado para que les coordinara el viaje hacia Panamá y la isla, para luego tomar un barco que los llevaría hasta Miami, en Estados Unidos.
La embarcación naufragó con los ticos cuando se dirigía a costas norteamericanas, aunque uno de los costarricenses logró salvarse, explicó Chavarría.
En el allanamiento realizado hoy, como parte de la prueba se decomisó una factura no timbrada, en cuya descripción señala «Resivi (sic) de Arturo Garbanzo 5.000 dólares por medio de venta de tiquetes de viaje», con fecha 11 de marzo del 2015.
Garbanzo es uno de los costarricenses que naufragó y se encuentra desaparecido, dejando dos hijas menores en Estados Unidos, dijo el fiscal.
El imputado también está vinculado con el viaje hacia Estados Unidos de otros tres costarricenses que no tenían visa estadounidense, por Centroamérica y México, recurriendo a la ruta tradicional que había utilizado años atrás.
En el operativo también se logró el decomiso de cinco pasaportes de costarricenses, planos de propiedades y facturas con anotaciones que indicaban conceptos de comisión por venta de propiedades o carros.
De acuerdo con la investigación, Barboza cobraba 10.000 dólares por planear y ejecutar el viaje de personas que quisieran salir del país, evadiendo controles migratorios para ingresar a Estados Unidos.
Según se investiga, el imputado era el encargado de promocionar y reclutar en Costa Rica a ciudadanos carentes de visa, interesados en ingresar ilegalmente a Estados Unidos, para lo cual se encargaba, incluso, de realizar reuniones en su casa o salones comunales, con el fin de captar a posibles «clientes».
El detenido ofrecía rutas y formas de ingresar ilegalmente en Estados Unidos y realizaba todos los trámites de reserva y compra de billetes de avión, así como reservas de hoteles.
Según el fiscal general, «en nuestro ordenamiento jurídico, la conducta achacada al imputado establece penas, en su modalidad agravada, entre 6 y 10 años de cárcel».
San José, 16 nov (EFE).-