El Gobierno británico negó hoy que pida al político eurófobo Nigel Farage que actúe como intermediario con la nueva Administración de Estados Unidos por sus fuertes vínculos con el presidente electo, el republicano Donald Trump.
La residencia oficial de Downing Street indicó que Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), contrario a la inmigración, no representará a la primera ministra británica, Theresa May, ni oficial ni extraoficialmente.
El periódico conservador «The Daily Telegraph» afirma hoy que los ministros británicos quieren recurrir a Farage para que ayude, de manera no oficial, a tender puentes con Donald Trump a fin de mantener la «relación especial» que disfrutan ambos países.
Según el rotativo, el Gobierno quiere que los ministros busquen los consejos de Farage porque no tiene vínculos con el entorno del presidente electo, que asumirá el poder el próximo enero.
El polémico político eurófobo -que hizo una fuerte campaña a favor del «brexit» (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) en el referéndum del pasado 23 de junio- tiene una estrecha relación con Trump e incluso participó en un evento republicano durante la campaña para las elecciones presidenciales de EEUU.
Según los medios británicos, Trump está a favor de impulsar una relación bilateral con May parecida a la que disfrutaron el expresidente estadounidense Ronald Reagan y la antigua primera ministra Margaret Thatcher en los pasados años ochenta.
El ministro británico de Comercio Internacional, Liam Fox, ha indicado también que no tiene intención de utilizar a Farage de intermediario con el nuevo Gobierno de EEUU.
Theresa May y Donald Trump hablaron ayer por teléfono y coincidieron en «profundizar» en la relación «especial» que comparten ambos países, lo que será una «prioridad» para ambos.
Según indicó un portavoz de Downing Street, durante esa conversación la primera ministra felicitó a Trump por su victoria, al tiempo que el magnate estadounidense expresó su deseo de «trabajar» con la líder «tory».