La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, gana en voto anticipado en una docena de estados a su rival, el republicano Donald Trump, quien confía en lograr una mayor participación de sus seguidores durante la jornada electoral del 8 de noviembre.
Ya han votado 36 de los 46 millones de personas (el 40 % del electorado) que se espera que acuda a las urnas en 37 de los 50 estados de EE.UU. donde las elecciones ya están en marcha, según las proyecciones de hoy del profesor de la Universidad de Florida, Michael McDonald, un reputado experto sobre el voto por adelantado.
Los datos reflejan un crecimiento de la participación con respecto a 2012 y una tendencia favorable a Clinton, que ha cosechado una ventaja significativa en los decisivos estados de Nevada, Colorado y Florida gracias al fuerte apoyo recibido por decenas de millones de hispanos.
Las mejores noticias para la exsecretaria de Estado provienen de Nevada, uno de los estados más disputados en estos comicios y donde los demócratas aventajan a los republicanos en cuatro puntos, según los últimos datos publicados hoy por las autoridades estatales.
Precisamente, el despunte de votantes hispanos a nivel nacional se ha dejado ver en la ciudad de Arlington, en el norte de Virginia, un estado donde las encuestas dan la victoria a Clinton.
«Estamos viendo muchos latinos, muchos más que en la vez anterior en 2012», dijo a Efe Wesley Macadam, quien ayuda a organizar las elecciones en Arlington desde 1996 y que, en esta ocasión, ha visto crecer el caudal de votantes hispanos porque se han registrado en mayores cantidades.
Estados Unidos es uno de los pocos países del mundo donde los ciudadanos tienen que registrarse anteriormente para poder votar, en vez de que las autoridades sean las encargadas de elaborar una lista de personas con capacidad de ejercer su derecho al voto.
«Hemos visto a más gente votando de manera adelantada, más gente viene pronto a votar o vota por correo, parece que se decidieron ya en agosto», consideró Macadam, quien calculó que 12.000 personas han votado en Arlington, una ciudad de más de 229.000 habitantes, predominantemente demócrata y cercana a la capital de EE.UU.
A pesar de la ventaja de Clinton, la carrera sigue ajustada por el fuerte apoyo del millonario en el medio oeste industrial y también debido al descenso de votantes afroamericanos, que están acudiendo a las urnas en menores proporciones que en 2012 cuando votaron para reelegir a Barack Obama, su primer presidente negro.
Una menor participación de los afroamericanos podría perjudicar a Clinton en Carolina del Norte, uno de los estados «pendulares» (indecisos) que se disputan demócratas y republicanos y en donde las minorías podrían dar la victoria a la demócrata, mientras la población blanca parece decantarse por Trump.
El voto afroamericano también es oro para Clinton en estados clave como Florida, donde la participación negra ha caído más de cuatro puntos al pasar del 15,9 % en 2012 al 11,7% actual, según datos publicados esta semana por el canal ABC.
«Hay una diferencia generacional», dijo a Efe Chester Chandler, afroamericano de 62 años que cree que los jóvenes no entienden de la misma forma las elecciones porque no recuerdan la lucha del movimiento de los derechos civiles que consagró el derecho al voto en la década de los 60.
«Mi padre tendría hoy 112 años y habría querido que yo votara, siempre quería que votara, me decía, tu voto cuenta», destacó Chandler, que ya votó por Clinton en Arlington.
Los analistas consideran posible que, en estas elecciones, el 40 % del electorado vote de manera anticipada, una opción que cada vez ofrecen más estados y por la que optaron en 2012 el 31,6 % de los estadounidenses, una cifra que ya supuso un aumento con respecto al 29,7 % de 2008.
Por su naturaleza, el voto por anticipado será en principio favorable a Clinton porque el votante más previsor suele ser demócrata y participar de forma activa en la política, según Sean Trende, experto en el sistema electoral de Estados Unidos y autor del libro «La mayoría perdida».
Este experto advierte que pocos republicanos votan de forma adelantada y que, por ello, es peligroso equipar las tendencias del voto adelantado con los resultados de la jornada electoral.
De hecho, los demócratas han puesto todos sus esfuerzos en fomentar el voto por adelantado, sobre todo entre los jóvenes y las minorías, mientras que Trump confía en que sus seguidores acudan en masa a las urnas el mismo 8 de noviembre.
Por si acaso, Trump ha recordado a los votantes que pueden cambiar la dirección de su voto anticipado en estados como Pensilvania a la luz de la nueva investigación anunciada por el FBI y relacionada con el uso que hizo de servidores de correo privados Clinton cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
Esa investigación ha levantado una gran polvareda política y hay críticos que piensan que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) debería haber dado a conocer sus hallazgos mucho antes y no cuando las elecciones están avanzadas y los más previsores han acudido a las urnas.
Beatriz Pascual Macías
Washington, 4 nov (EFE).-