Con llamados a votar masivamente, por un lado, y a la abstención activa, por otro, Nicaragua inició hoy el período de reflexión previo a los comicios del domingo para elegir al presidente, el vicepresidente y un centenar de parlamentarios.
La jornada de «silencio electoral», periodo de 72 horas que antecede a las votaciones y en el cual cesan los actos partidistas, ha estado marcada por la colocación de propaganda en las calles con mensajes que promueven acudir a las urnas el domingo.
También con el llamado de los líderes opositores de la principal coalición, agrupados en el Frente Amplio Democrático (FAD), a ejercer la «abstención activa» en las elecciones de este domingo, que califican de «farsa».
Durante el período de reflexión, en el que los medios de comunicación están a disposición del Consejo Supremo Electoral (CSE), el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y sus aliados colocaron propaganda con llamados a votar por sus candidatos, en la que destacaba la figura de la influyente primera dama y aspirante a la Vicepresidencia, Rosario Murillo.
Murillo, que ejerce el 50 % del poder en Nicaragua por decisión de su marido, aparece en la propaganda oficial junto al presidente, Daniel Ortega, que busca su cuarto mandato y tercero de forma consecutiva.
Según diversos analistas, la primera dama y a su vez coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía ha sido la protagonista del proceso electoral en Nicaragua desde que el pasado 19 de julio, durante el 37 aniversario de la revolución, Ortega la tildó como la «eternamente leal».
El mandatario la designó y la inscribió luego como su compañera de fórmula, lo que provocó la crítica de diversos sectores que advierten de una sucesión dinástica en Nicaragua.
Ortega saca una amplia ventaja de 61,7 puntos a su competidor más inmediato, el exguerrillero de la «Contra» Maximino Rodríguez, de la alianza encabezada por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), según la última encuesta de la nicaragüense M&R Consultores.
La Alianza Nicaragua Triunfa, que encabeza el FSLN, optó por realizar una campaña «sin exuberancia, sin grandes actos de masas, porque preferimos el contacto directo y personal con la gente en su casa», dijo a Efe el candidato a diputado por la alianza sandinista, el legislador Wilfredo Navarro, al hacer un balance de la campaña, en cuyos actos estuvo ausente la pareja presidencial.
Según Navarro, la alianza sandinista se centró en hacer manifestaciones en los barrios, porque «no estaba en el ánimo de campaña estar haciendo actos exuberantes, ni demostraciones de fuerza, que no necesitamos hacerlas, porque el pueblo está consciente donde esta la fortaleza».
«Hay de un 70 % a un 80 % de los nicaragüenses, de acuerdo con las encuestas, que su opción es la de la Alianza Unidad Nicaragua Triunfa», sostuvo.
Para el dirigente opositor Eliseo Núñez, los seis partidos y alianzas que participan en las elecciones «han pasado en silencio electoral permanente» desde el 20 de agosto pasado, que inició la campaña.
«Realmente han hecho campañas en silencio, (es la) primera campaña política así. Esto es un hito para la mercadotecnia política: hacer una campaña sin hacerla es una cosa que causa curiosidad», dijo a Efe Núñez, cuyo bloque opositor decidió no participar en los comicios afectados por una serie de fallos judiciales.
En Managua, la capital nicaragüense, la jornada de reflexión transcurre con relativa calma y con llamados a acudir masivamente a las urnas, y a la abstención.
Los comicios en Nicaragua se celebrarán sin observación electoral independiente.
Además, en medio de una gran tensión debido a que los poderes Judicial, Electoral y Legislativo han anulado al principal grupo opositor y han despejado el camino a Ortega, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ya que el resto de partidos que compiten son minoritarios.
Managua, 3 nov (EFE).-