Irán insistió hoy en que no mantendrá negociaciones directas con Washington mientras no cambié su actitud hacia la República Islámica y pida perdón por 60 años de acciones «hostiles y agresivas contra la nación iraní».
Las «negociaciones con EEUU no están en el programa de ningún representante iraní», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Ramin Mehmanparast, en declaraciones difundidas por la agencia oficial IRNA, al explicar que esas son las indicaciones del líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei.
«No se muestra buena intención para negociar con amenazas de presiones económicas y políticas», apostilló Mehmanparast, en referencia a la reciente oferta del vicepresidente de EEUU, Joe Biden, de unas conversaciones directas entre Teherán y Washington, en especial sobre la cuestión nuclear.
En todo caso, el portavoz recalcó que Irán «podría negociar con cualquier país del mundo», incluido Estados Unidos, si se diesen las condiciones óptimas, «excepto con la entidad sionista», Israel, cuya existencia Teherán no reconoce y cuya desaparición propugna.
Sobre la exigencia de pedir perdón, Mehmanparast se refería a los 60 años transcurridos desde el golpe de Estado de 1953, organizado y financiado por EEUU y el Reino Unido para derrocar al primer ministro, Mohamad Mosadeq, que fue elegido por votación popular y había decretado la nacionalización del petróleo.
Según documentos oficiales, ante el temor a perder el control del petróleo iraní, Londres y Washington organizaron la caída de Mosadeq y reforzaron el poder del sha Mohamed Reza Palevi, cuyo régimen dictatorial fue derrocado por la Revolución Islámica de 1979.
Ayer, el líder supremo Jamenei, que tiene un poder omnímodo en el régimen teocrático de Irán, rechazó cualquier tipo de conversaciones directas con Estados Unidos bajo presión, un día después de que Washington anunciase nuevas sanciones a la República Islámica.
Estados Unidos rompió sus relaciones con Irán en abril de 1980, después de que en noviembre de 1979 estudiantes islámicos iniciaran la ocupación de su Embajada en Teherán, que duró 444 días y donde, con el apoyo del régimen, fueron tomados como rehenes 66 ciudadanos estadounidenses, de los que 52 estuvieron retenidos hasta el final.
Irán está sometido a sanciones internacionales de la ONU y por parte de la UE, EEUU y otros países debido a su programa nuclear, que algunos gobiernos sospechan que tiene fines armamentistas, mientras Teherán asegura que es exclusivamente civil y pacífico.
(EFE).-