Los máximos responsables de Defensa de Corea del Sur y EE.UU. reafirmaron hoy su compromiso de mantener preparados sus efectivos militares ante la anunciada tercera nuclear por parte del hermético régimen comunista norcoreano.
El ministro de Defensa surcoreano, Kim Kwan-jin, y su homólogo estadounidense, Leon Panetta, mantuvieron hoy una conversación telefónica en la que acordaron mantener sus esfuerzos por estrechar la alianza entre las dos potencias.
«Se han mostrado de acuerdo en que el nuevo ensayo nuclear de Corea del Norte es una seria amenaza no solo para la península norcoreana sino también para el noreste de Asia y para la paz y estabilidad del mundo», afirmó un alto cargo militar surcoreano en declaraciones recogidas por Yonhap.
Además, en su conversación, apuntaron la necesidad de cooperar para intentar convencer al régimen de Kim Jong-un de no llevar a cabo su anunciada prueba nuclear y terminar con las provocaciones.
Corea del Norte amenazó con realizar su tercer ensayo nuclear, tras los de 2006 y 2009, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU ampliara el 22 de enero las sanciones a Pyongyang por el lanzamiento en diciembre de un cohete de largo alcance al considerarlo una prueba encubierta de misiles.
Los servicios de inteligencia de Corea del Sur han detectado, a través de imágenes tomadas por satélite, actividades en las instalaciones de Punggye-ri (noreste de Corea del Norte) que indican que este tercer ensayo podría ser inminente.
EE.UU. mantiene en territorio surcoreano cerca de 28.500 soldados después de la guerra que enfrentó a las dos Coreas de 1950 a 1953, en la que Washington tomó parte por Seúl, y que concluyó con un armisticio en lugar de un tratado de paz.
Por otra parte, el Gobierno japonés anunció hoy que planean llevar a cabo sus propias sanciones unilaterales sobre el hermético régimen comunista de Corea del Norte en el caso de que finalmente cumpla su amenaza de realizar el ensayo atómico.
Esta misma semana Japón anunció la congelación de los activos de seis organizaciones y cuatro personas ligadas a Corea del Norte, como parte de las nuevas sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Entre las organizaciones a las que se ha impuesto la penalización se encuentra el Comité Coreano de Tecnología Espacial y sus directivos, un organismo señalado por la ONU como responsable del lanzamiento del cohete que, según el régimen de Kim Jong-un, tenía fines científicos y no militares.
(EFE).-
