El empresario colombiano Henry Acosta, hombre clave en los contactos entre las FARC y el Gobierno para iniciar los diálogos en La Habana, urgió a las partes a firmar un nuevo acuerdo de paz antes del 15 de noviembre.
«Creemos que la paz se debe firmar antes del 15 de noviembre y de ahí en adelante tienen semanas para que el Congreso de la República apruebe las leyes de implementación, empezando por la ley de amnistía e indulto», aseguró Acosta a periodistas.
El empresario, que participó de una vigilia por la paz en Caloto, departamento del Cauca (suroeste), aseguró también que si la reincorporación de los guerrilleros no se hace bien, muchos de los miembros de las FARC terminarán como «bandoleros».
«Si esa reincorporación no se hace bien hecha y no se hace una reincorporación con seguridad económica y social permanente, tenemos el gran problema y la gran posibilidad que un poco de excombatientes que no tienen seguridad económica terminen embandolerados y ahí es peor, era mejor haber seguido en la guerra», agregó.
Por su parte, la segunda comandante de la Columna Móvil Jacobo Arenas de las FARC, Marcela González, afirmó que las FARC quieren que haya paz con justicia social para que no se mantenga la «miseria» en algunas comunidades del país.
«Queremos que haya paz con justicia social, no la paz de dar un paso para ir a la cárcel, para seguir en la miseria, para no tener nuestros beneficios sociales, económicos y políticos. Es la paz con la integración de todos los derechos y no solamente para nosotros, sino para todas las comunidades», aseguró González.
A su vez, el gobernador del resguardo indígena de Pueblo Nuevo, Alfredo Peña, manifestó que con este tipo de manifestaciones esperan dar un mensaje a Colombia para que concluya el conflicto armado.
«El mensaje que le damos al país de que se acabe este conflicto que hemos vivido durante más de 50 años en nuestros territorios indígenas, más que todo los indígenas fuimos los que más sufrimos la guerra», aseveró.
Bogotá, 1 nov (EFE).-