El apoyador defensivo de los Ravens de Baltimore, Ray Lewis, quien se despidió del fútbol americano profesional por la puerta grande al ganar el título del Super Bowl XLVII con los Ravens de Baltimore, dijo que «no hay mejor forma de irse, que como campeón».
Para Lewis el partido de Super Bowl XLVII, que su equipo ganó por 34-31 a los 49ers de San Francisco, marcó el último de su carrera como profesional.
«Todo es muy simple: cuando Dios está contigo, quién puede estar en tu contra», declaró Lewis mientras sostenía el trofeo de campeones del Super Bowl.
Agregó que «no hay una mejor forma de irse, que como campeón, salir al lado de los jugadores con quienes compartí tantas cosas dentro del campo y en la vida cotidiana, mis compañeros de equipo».
Lewis, de 37 años, dijo que «lo hicimos», al referirse al triunfo que les permite coronarse como campeones del Super Bowl XLVII, luego de superar en un duelo complicado en la segunda parte, a los 49ers.
Para Lewis el triunfo representa su segundo anillo como campeón de Super Bowl en 17 temporadas dentro de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), después que ganó el primero en el 2001, la trigésima quinta edición, que se disputó en Tampa Bay (Florida) y los Ravens vencieron 34-7 a los Giants de Nueva York.
Lewis, con solo 25 años de edad, fue entonces nombrado también Jugador Más Valioso (MVP) del partido, premio que esta vez fue para su compañero, el mariscal de campo Joe Flacco.
«Se lo merece, es un gran jugador, una persona excepcional y un líder único que queda dentro del equipo», destacó Lewis. «Seguro que el equipo marchará por la senda del triunfo».
Esta vez terminó con siete derribos y cuatro «placajes», y apoyando la defensa de Flacco, que pudo lanzar tres pases de anotación.
«Ray (Lewis) es increíble, un jugador excepcional dentro de campo, que te apoya siempre, un líder, pero también una excepcional persona fuera del campo», subrayó Flacco.
Lewis consiguió 44 tackles, una nueva marca para el equipo, en los primeros tres triunfos de fase final de los Ravens y logró el gran sueño de irse de Nueva Orleans con su segundo título de campeón del Super Bowl, que culmina una brillante carrera profesional, que además le asegura un puesto dentro del Salón de la Fama, donde están las grandes leyendas de la NFL.
(EFE).-