El grave y creciente problema de la violencia aparece como un obstáculo al desarrollo en muchos países de América Latina, por lo que el tema debe incluirse en la agenda posterior al 2015, cuando vence el plazo para los Objetivos del Milenio, afirmaron expertos en un foro que concluyó hoy en Panamá.
La ONU reunió en la capital panameña a sus expertos, así como representantes gubernamentales y de la sociedad civil, para buscar incorporar en la nueva agenda de desarrollo los retos y desafíos que plantea la violencia y la seguridad ciudadana en el futuro.
«Desgraciadamente la violencia en América Latina es una de las más altas en el mundo», ya que es la única región en la que en los últimos diez años ese fenómeno social «ha aumentado en vez de disminuir», declaró a Efe el consultor de la ONU y director de varios informes de Desarrollo Humano en América Latina sobre seguridad, el colombiano Hernando Gómez Buendía.
Debido a ello, el tema de la violencia y la seguridad ciudadana en la región ha surgido con «mucha fuerza» en las consultas que realizan las Naciones Unidas, en el marco de una serie de reuniones globales que comenzaron hace más de un año e involucran a un centenar de países.
«En América Latina tenemos 10 de los 18 países con tasas por encima de 20 homicidios por cada 100.000 habitantes, eso incluye a Panamá, son tasas que la Organización Mundial de la Salud considera epidémicas», señaló Gómez.
La tasa anual de homicidios por cada 100.000 habitantes disminuyó a 18 en el 2012, según un informe ofrecido el pasado 10 de enero por el ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino.
Gómez resaltó que el promedio de la tasa de homicidio en el mundo es de 8 por cada 100.000 habitantes, mientras que en América Latina «supera los 20».
Citó el caso de Guatemala, Honduras y El Salvador, integrantes del llamado Triángulo Norte, «donde se habla de 40 o más homicidios», lo mismo que en algunas ciudades de Colombia, Brasil y en Venezuela, lo que consideró como «realmente grave y muy serio».
En algunos de esos casos, «el crimen organizado casi que hace fracasar al Estado, convirtiéndose en un desafío mayor, casi una guerra interna», añadió el asesor de las Naciones Unidas.
La región también está azotada por la violencia callejera, que es «realmente una epidemia», con 4 de cada 10 latinoamericanos víctimas de un robo el último año, detalló Gómez.
«Por eso, para América Latina en particular, esta consulta y este tema realmente lo que está diciendo (es que) el nuevo problema, el nuevo desafío del desarrollo se llama la violencia», recalcó el experto colombiano.
Solo habría que establecer «cuál sería la meta precisa» en relación a ella, subrayó.
Por su parte, el español Magdy Martínez Soliman, vicedirector del Bureau de Políticas de Desarrollo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dijo a Efe que el tema de la seguridad ciudadana «es fundamental».
Existen «dos preocupaciones muy claras: una el crimen organizado, y la otra la violencia de género», dos temas que siempre han estado latentes pero cobran mayor importancia porque, de alguna manera, «han ido creciendo más de prisa de lo que los Estados han sido capaces de darle respuesta».
Martínez aseguró que Naciones Unidas cree que la futura agenda después del 2015 tendrá un capítulo de gobernabilidad, y en ese capítulo los temas de seguridad personal y ciudadana podrían figurar.
Aclaró que no le corresponde a la ONU como organismo decidirlo, sino a los Estados miembros que definirán, en base a las sugerencias de los expertos que ha participado en las consultas globales, si quieren incluir esos temas.
«Pero podríamos imaginar un objetivo que dijera, lo mismo que ahora decimos de reducir la pobreza por mitad, reducir la violencia de género a mitad de aquí a 15 años, o reducir la delincuencia juvenil a mitad de aquí a 15 años, esas son las preguntas que se están haciendo hoy aquí» en Panamá, afirmó Martínez.
Todas las conferencias que se han venido realizando en el mundo culminarán con una consulta de alto nivel sobre Conflicto, Violencia y Desastres en Helsinki, el 13 de marzo de 2013, organizada por Finlandia.
También alimentarán la iniciativa denominada «El Mundo que Queremos», un plan conjunto entre la sociedad civil y la ONU para la construcción participativa de una agenda por un mundo justo y sostenible libre de pobreza.
(EFE).-