Los principales sindicatos de trabajadores estatales de Argentina celebraron hoy una huelga nacional para reclamar una subida de salarios que contrarreste la pérdida de poder adquisitivo que sufren debido a la inflación y al aumento de las tarifas de los servicios públicos.
Miles de manifestantes, agrupados en la Asociación de los Trabajadores del Estado (ATE) y las dos ramas de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), recorrieron el centro de Buenos Aires bajo el lema «Apertura de paritarias -como se denomina en el país la negociación salarial entre sindicatos y Gobierno-«.
«Venimos a protestar para que reincorporen a los trabajadores despedidos, para que abran paritarias y entonces podamos discutir salarios», afirmó a Efe Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital, quien denunció que el Gobierno actúa «para los grupos económicos y no para los trabajadores».
Catalano denunció que los funcionarios han perdido «un 12 % de masa salarial» desde la llegada al poder del presidente Mauricio Macri el pasado diciembre debido a la creciente inflación que afronta el país y a las subidas de las tarifas de servicios públicos aprobadas por el Ejecutivo en los últimos meses.
Durante el primer semestre del año, el Gobierno incrementó la tarifa de la luz hasta 600 %, la del agua en más de 300 % y aplicó aumentos de hasta 400 % en la tarifa del gas, que luego quedaron anulados por un pronunciamiento de la Corte Suprema.
Para el sindicalista, el aumento de salarios para los funcionarios previsto en los presupuestos del Ejecutivo para el año que viene, que ronda el 17 %, es «lastimoso».
Uno de los sectores más nutridos dentro de la marcha de hoy fue el de los docentes argentinos, que protestan ante las precarias condiciones en las que, sostienen, se encuentran los colegios del país.
Roberto Baradel, titular del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (Suteba), aseguró en declaraciones a Efe que van a luchar en las calles hasta que se reabran paritarias.
«La inflación fue más alta que el salario», lamentó el dirigente, quien reclamó asimismo al Gobierno un aumento de la partida presupuestaria de educación para poder «sostener los programas socioeducativos y las orquestas juveniles» de las escuelas, en grave peligro, dijo, ante la coyuntura económica actual.
Entre pancartas blancas, verdes y azules, batukadas y cánticos contra el Gobierno, los manifestantes marcharon hasta la sede de Educación, donde los dirigentes sindicales reiteraron los reclamos contra el Gobierno.
«Las condiciones son malas, hay un déficit de infraestructura, desde que asumió Macri no hubo ni un peso para las escuelas», lamentó Pablo Juncos, uno de los miles de manifestantes que recorrieron hoy el centro de la ciudad.
Por otro lado, el jefe de Gabinete de ministros, Marcos Peña, se refirió a las protestas y garantizó que su Gobierno está comprometido en «lograr mejorar una situación que viene de muchos años de precariedad», por lo que opinó que no es necesario que los sindicatos corten calles.
En paralelo, un grupo de cooperativistas e integrantes de movimientos sociales acampó en la céntrica Plaza de Mayo de la capital argentina, frente a la Casa Rosada, con el mismo objetivo de protestar contra el «tarifazo». Buenos Aires, 27 sep (EFE).-