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La primera oficial transgénero de San Diego espera ser ejemplo en la comunidad LGBT

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Christine García, primera policía transgénero del Departamento de Policía de San Diego, charla con Connor Maddocks (dcha), coordinador de servicios para transgeneros de The Center, una organización de apoyo a esa comunidad. EFE
Christine García, primera policía transgénero del Departamento de Policía de San Diego, charla con Connor Maddocks (dcha), coordinador de servicios para transgeneros de The Center, una organización de apoyo a esa comunidad. EFE

Christine García, primera policía transgénero del Departamento de Policía de San Diego, espera abrir las puertas para que más personas de la comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transgénero) pierdan el miedo al rechazo y se unan a las corporaciones policiales.
«Quiero ayudar a otros que tienen el sueño de convertirse en policía, pero son transgénero y piensan que no pueden hacerlo (…) quiero ser ese ícono al que puedan mirar y sentirse cómodos», afirmó en entrevista con Efe la agente, de 32 años de edad.
En julio del año pasado, esta oficial de la sección Investigación de Accidentes de la Policía de San Diego (EE.UU.) se acercó a sus superiores para revelarles que haría la transición de hombre a mujer.
Luego hizo lo propio con el resto de los 1.600 policías que conforman la corporación, a quienes envió un correo electrónico «escrito desde el corazón» y en el que se sinceró, según relató.
En un principio, tuvo miedo de que su revelación le hiciera perder el respeto de sus compañeros, dado que se trata de una profesión de mayoría masculina, pero recibió la «aceptación del cien por ciento del departamento».
«Los oficiales se me acercaron para decirme que me apoyaban, otros me dijeron que ante sus ojos era un icono de cambio o esperanza y que estaban orgullosos de mí. Inclusive, tuve oficiales del (equipo especializado) SWAT diciéndome que era valiente. Realmente no hice nada más que ser yo misma», manifestó.
Criada en un hogar católico, García informó de su próximo paso de Chris a Christine y cuenta que su esposa desde hace siete años y sus dos hijos le dieron su respaldo incondicional, al igual que su padre puertorriqueño y su madre italiana.
La agente llegó a pensar en renunciar al departamento en el que ha trabajado hace nueve años, pero tras conocer al grupo Comunidad Transgénero de Policías y Alguaciles (TCOPS International) se convenció de mantenerse en su profesión.
«No he notado ninguna diferencia en la forma que hago mi trabajo, (los oficiales) me tratan con total respeto, no me tratan de manera diferente, los que me conocían de antes como una buena policía todavía me ven como una buena policía», dijo.
Connor Maddocks, coordinador de programas y servicios para la comunidad transgénero en El Centro LGBT de San Diego (The Center), considera que Christine es un ejemplo y demuestra a la juventud transgénero que pueden aspirar a cualquier profesión.
«Eso empodera a toda nuestra comunidad el decir que es seguro ser quien uno es», señaló.
García sabe que es la primera oficial transgénero de San Diego pero está convencida que no será la única. De hecho, ya conoció a una persona transgénero de 16 años que se ha inscrito al programa de cadetes.
El sargento Daniel Meyer, enlace del Departamento de Policía de San Diego con la comunidad LGBT local, coincide en que García ha construido el camino para que el siguiente oficial transgénero sienta mayor confianza.
«Hemos dejado bastante claro que tenemos un ambiente muy acogedor para cualquier empleado que esté buscando ser quien realmente es», resaltó.
Aunque asegura que nunca ha recibido una queja sobre el trato de un oficial a miembros de la comunidad LGBT, entiende que en ocasiones sus miembros sientan más confianza con ella a la hora de hacer una denuncia, en especial las víctimas de asalto sexual.
El número de teléfono de Christine siempre está disponible para cualquier visitante de El Centro LGBT de San Diego que haya sido víctima de discriminación, crimen de odio o cualquier otro problema, y que no se sienta cómodo llamando al número 911.
A pesar de la mayor aceptación hacia las personas transgénero que se vive hoy en día, todavía al caminar por las calles con su esposa e hijos Christine ha sido objeto de comentarios negativos y ha sentido ese temor de «no saber lo que pueda pasar».
Las estadísticas sobre violencia, muertes u otros crímenes de odio a nivel nacional, o inclusive algunos comentarios en redes sociales, le recuerdan que la lucha por igualdad no ha terminado y que «todavía hay mucho por hacer». San Diego (EE.UU.), 23 ago (EFE).-

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