La nueva Cámara baja del Parlamento de Jordania estará dominada por diputados de base tribal, tradicional apoyo del rey Abdalá II, según los resultados anunciados hoy, que muestran una fragmentación del voto que dificultará la formación de mayorías.
Los Hermanos Musulmanes y su brazo político, el Frente de Acción Islámica (FAI), que boicotearon los comicios del miércoles, han descalificado los resultados, porque consideran que el Parlamento será incapaz de efectuar las reformas demandadas.
La Comisión Electoral Independiente (CEI) jordana, que supervisó por primera vez en la historia del país la consulta, hizo públicos los nombres de los candidatos individuales elegidos en las 45 circunscripciones y de los aspirantes que se presentaron en listas cerradas a nivel nacional.
De estas últimas, el mayor número de escaños fue obtenido por el partido Centro Islámico, que se hizo con tres asientos de los solo 27 (de un total de 150) reservados a las listas cerradas, mientras que los restantes se destinan a candidatos individuales.
Estos datos suponen un fracaso para el Partido Corriente Nacional, del expresidente de la Cámara baja Abdul Hadi Mayali, que partía como favorito a nivel nacional pero solo logró un escaño.
El anuncio de los resultados estaba previsto para este mediodía, pero a esa hora la CEI sólo pudo ofrecer datos parciales debido a retraso en el recuento en algunas zonas.
El analista Nabil Ghishan, redactor jefe del diario «Al Arab Al Yum», explicó a Efe que los resultados muestran una clara fragmentación del voto, sobre todo en las listas cerradas.
«Las posibilidades de que haya un bloque político mayoritario en el Parlamento serán débiles, ya que eso obligará a los partidos a formar coaliciones», subrayó Ghishan.
En su opinión, esto dificultará que se forme un gobierno parlamentario y que el rey pueda elegir a un primer ministro con una clara mayoría que lo apoye.
Abdalá II, que ostenta la prerrogativa de designar a los miembros del Gobierno, aseguró hoy que las elecciones conducirán a una «nueva era» en el país con «la formación de gobiernos parlamentarios y la consolidación de la democracia».
El monarca subrayó que los comicios se desarrollaron con «altos niveles de transparencia» y reiteró que para garantizar las reformas es necesario «un proceso gradual basado en el consenso y el respeto del pluralismo social».
En la nueva cámara, habrá además 17 diputadas, de ellas 15 gracias a la cuota femenina establecida en la ley electoral, y dos que han ganado en competición directa con los hombres, algo que no ocurría desde 1993.
La directora de una escuela de secundaria Mariam Lauzi se hizo con un asiento en Ammán y la periodista Rola al Hrub logró otro encabezando la lista nacional «Jordania más fuerte».
Para el presidente del Consejo Consultivo del Frente de Acción Islámica (FAI), principal partido de la oposición, Ali Abul Sukkar, la recién elegida Cámara baja será incapaz de adoptar reformas políticas.
Abul Sukkar dijo a Efe que «la cámara no incluye a políticos con programas claros», por lo que su partido y los Hermanos Musulmanes continuarán desde mañana con las protestas para exigir reformas y contra la nueva cámara.
El dirigente del FAI expresó también sus reservas hacia la integridad del proceso electoral, ya que de acuerdo a sus observadores la participación fue sólo del 24,8% de los electores registrados y un 16% del total con derecho a voto.
Según la CEI, en los comicios participó un 56,5% de los 2,3 millones de jordanos registrados para sufragar, un número reducido teniendo en cuenta que 3,5 millones estaban llamados a las urnas.
El presidente de la CEI, Abdulilá Jatib, reconoció que su organismo ha recibido denuncias de irregularidades durante la votación, pero negó que sean violaciones graves que afectan al proceso.
Tres candidatos que han logrado un escaño -Ahmad Safadi, Mohamed Jashman y Adnan Abu Rukbeh- están en la cárcel acusados de comprar votos en los últimos días.
Entre el boicot de la oposición y la victoria en los comicios de los candidatos tradicionales tribales, se antoja poco probable un cambio a corto plazo en la vida política de Jordania.
Por Marina Villén y Abdul Jalil Mustafa /’ Ammán, 24 ene (EFE).-