El español Alberto Contador afronta «con la moral alta» la llegada de la alta montaña al Tour de Francia, pese a las dos caídas sufridas que le han provocado lesiones y que tiene casi minuto y medio perdido en la general con los favoritos.
«No llegamos como me gustaría, encima este año ha sido sencilla la primera parte. A mi se me ha complicado mucho con las caídas. Afronto este día con la incógnita de cómo estaré de recuperado de las dos caídas», afirmó el jefe de filas del Tinkoff minutos antes de la salida de la séptima etapa entre L’Isle-Jourdain y el Lago de Payolle, con 162,5 kilómetros.
Pese a todo eso, Contador aseguró que se encuentra «motivado, con moral», y con ganas de saber cómo se encuentra de sus lesiones.
El español afirmó que la primera etapa pirenaica, que tiene como principal dificultad montañosa el ascenso a Aspin, de primera categoría, no aparece como una buena jornada para que los favoritos traten de marcar diferencias, puesto que la meta se encuentra a 7 kilómetros de la cima de ese puerto.
«Los descensos siempre son complicados y en el tema de jugársela depende de cada uno», comentó.
Contador aseguró que no se espera un ataque del británico Chris Froome, que el año pasado sacó una gran ventaja en la primera jornada de alta montaña y posteriormente fue dosificando la renta.
«Creo que este año el primer puerto no tiene la dureza del de 2015. Además, luego está la bajada y creo que eso les podrá frenar. Pienso que mañana y pasado son días mas propicios para esos ataques», comentó.
Contador es actualmente vigésimo quinto de la general a 6.38 del líder, el belga Greg van Avermaet, y a 1.21 de Froome y del colombiano Nairo Quintana, primero y segundo, respectivamente, de la pasada edición y principales favoritos de la presente. L’Isle-Jourdan (Francia), 8 jul (EFE).-