La selección española inició con un trabajado triunfo ante la República Checa su defensa de título en la Eurocopa 2016, con claves como la exhibición de Andrés Iniesta, la insistencia de Vicente del Bosque en un sistema, la fortaleza mental de David De Gea o un Piqué salvador.
Las claves del triunfo de España fueron:
1. La exhibición de Iniesta.
Andrés ha asumido el liderazgo que le tocaba ejercer como el mejor representante del estilo de toque que condujo a España a la gloria con la conquista de dos Eurocopas y un Mundial. Es la primera fase final sin Xavi Hernández y ante la República Checa Iniesta retomó el testigo, dio un paso al frente para imponer su criterio. Todos los balones cobraron sentido cuando pasaron por sus botas. Fue el jugador al que buscaron todos los futbolistas españoles. Rompió líneas enemigas con pases y acciones verticales. Se asoció con todos. Ayudó en repliegues defensivos para cortar balones y mantener la posesión. Y terminó encontrando el premio con un pase de gol medido que impulsó a España. Un líder. El mejor jugador de la última Eurocopa comenzó recibiendo el galardón de hombre del partido del nuevo reto.
2. La insistencia de Del Bosque en un sistema.
Tiene el seleccionador español preparadas variantes para los partidos del torneo en función de cómo se desarrollen. Ante la República Checa el 4-3-3 fue inamovible. Tuvo la opción de pasar a 4-4-2 con Aduriz como pareja en punta de un voluntarioso Morata o la opción del doble pivote por la que apostará en encuentros en los que se tenga ventaja en el marcador. Lo descartó Del Bosque. Las líneas de la República Checa formaron un muro, defendieron en veinte metros, y los cambios fueron de hombre por hombre sin tocar nada. Aduriz por Morata, Thiago por Cesc y Pedro por Nolito. Mismo sistema, diferentes jugadores. La fe en ese estilo de ataque a una defensa cerrada acabó teniendo la buscada recompensa.
3. La fortaleza mental de De Gea.
El relevo en la portería de la selección española tenía una fecha marcada y nada de lo que ocurrió en los días previos al estreno hizo cambiar de idea a Del Bosque. Descartada desde el inicio la salida de la concentración de David De Gea, el comportamiento del portero no hizo dudar al cuerpo técnico. Mantuvo la tranquilidad que le caracteriza y nada cambió en el terreno de juego. Su fortaleza mental se plasmó en uno de esos partidos difíciles para los porteros en los que el rival te llega poco y tienes que responder con muchos minutos de diferencia entre cada intervención. Metido en el partido, estuvo acertado en un remate en acción a balón parado, seguro en sus salidas y acabó firme con una parada que salvo el triunfo en el tiempo añadido.
4. Piqué y el premio del fútbol.
Tenía el destino reservado un gol decisivo a Piqué, el papel de salvador a un futbolista que ha estado en el centro de la polémica durante meses. Nadie duda en el entorno selección de su compromiso, pero a la afición española sí le entraron dudas. Los silbidos que ha recibido los últimos meses el central catalán en cada estadio español donde jugó la Roja, plasmaban el deseo de muchos de que no jugase con la selección. Temas políticos, ser el centro de la polémica en piques entre clubes y comportamientos que muchos han reprochado a Gerard alimentaban el debate. A la hora de la verdad volvió a dar ejemplo en el estadio de Toulouse. Pareja de centrales perfecta con Sergio Ramos, posiblemente una de las mejores del mundo. Ímpetu por vencer para acabar incorporándose al ataque y encontrar en Iniesta a su mejor socio para remachar con un testarazo a la red el primer triunfo de España en Francia 2016. Su hijo Milan lo celebró con la camiseta de la Roja en la grada. Es una imagen que vale más que mil palabras y que muchos minutos de silbidos.
5. Concentración y fe.
Los futbolistas españoles no desesperaron en el intento. Sabían la importancia que tenía comenzar ganando, un paso en firme a los octavos de final para estar entre los dos que acceden directo o entre los mejores terceros de la fase de grupos. Ante rivales que entregan el balón y te buscan las cosquillas a balón parado es decisiva la paciencia y la concentración. Instalados en campo rival, las coberturas fueron claves para frenar cualquier acometida checa. No bajar los brazos nunca en el intento ofensivo, con fe de que el premio llegaría, y dar todo en cada acción defensiva como mostraron Cesc salvando bajo palos un testarazo o Ramos, desviando a córner otro centro con olor a gol. Con 71,9% de posesión España es la que más tuvo el balón en la primera jornada de la Eurocopa y la que mayor acierto tuvo en sus pases, un 88,9% con 601 pases completados de 690. El estilo del éxito es intocable.
Roberto Morales
Saint Martín de Ré (Francia), 14 jun (EFE).-