Chicago (EE.UU.), 15 abr (EFE).- La retórica antiinmigrante del candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump ha llegado a escuelas y universidades de Estados Unidos, donde seguidores del magnate gritan su nombre para intimidar a los latinos y provocan tensión racial e interreligiosa.
«Trump se ha convertido en sinónimo de odio y su nombre es usado para atacar a las minorías», declaró hoy a Efe el vicepresidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac) en el Medio Oeste, Joe Enríquez Henry.
El activista se refirió a incidentes recientes, como el ocurrido en un partido de fútbol femenino de escuelas secundarias de Wisconsin, durante el cual un grupo de estudiantes gritó a las jugadoras latinas rivales «Donald Trump, levanta el muro», en referencia a la propuesta del candidato de construir una valla en la frontera con México para evitar la llegada de indocumentados.
Esta es una de las propuestas estrellas de Trump, que el día que anunció sus aspiraciones presidenciales calificó a los indocumentados que proceden de México de «violadores», criminales y narcotraficantes.
Algo parecido a lo de Wisconsin sucedió en Indiana, donde jóvenes que presenciaban un encuentro de baloncesto entre dos secundarias desplegaron un cartel con la cara de Trump y corearon la frase «Levantar el muro».
En la Universidad John Carroll, una falsa muralla levantada entre dos edificios como parte de un proyecto de estudio fue vandalizada, lo que provocó una verdadera batalla verbal en el campus entre seguidores y opositores de Trump.
Más al sur, un grupo de estudiantes de la Universidad de California San Diego (UCSD) se manifestó este jueves después de que hace algunos días aparecieran unos mensajes ofensivos en contra de mexicanos frente a un centro hispano de la institución.
El «efecto Trump» ha provocado un aumento del acoso e intimidación de estudiantes cuya raza, religión o nacionalidad han sido blanco del candidato republicano, señala un reciente estudio del Southern Poverty Law Center and Teaching Tolerance, un centro que analiza los grupos de odio.
Al examinar unos 5.000 comentarios recogidos entre educadores de todo el país, el centro destacó que por lo menos 1.000 de ellos mencionaron a Trump como el factor que provoca tensión racial y religiosa en centros educativos.
Rafael Díaz, estudiante de tercer año de la secundaria Lincoln de Milwaukee (Wisconsin), dijo a Efe que para los jóvenes latinos el acoso racial ofensivo es «algo común» en su área, por lo que permanecen atentos y cuidan de su seguridad mientras tratan de «aprender e integrarse» con sus compañeros.
Juan Escalante, del grupo America’s Voice, opinó que «nada ocurre por accidente» y calificó de violencia «intencional y cobarde» la practicada por los simpatizantes de Trump.
Su organización ha recopilado lo que llama el «mapa del odio» de Trump, con todos los incidentes graves ocurridos durante la campaña, y, según Escalante, con este listado se demuestra que «los golpes, abusos verbales y físicos, y otro tipo de violencia, son inspirados por el candidato», explicó a Efe.
La Liga Antidifamación Judía (ADL) también está preocupada por la «diseminación de calumnias contra las comunidades más vulnerables».
Lonnie Nasatir, director regional con base en Chicago, dijo a Efe que es «muy preocupante» comprobar que en episodios de odio registrados en todo el país el lenguaje «es similar al usado por candidatos que promueven odio y temor».