Bogotá, 14 abr (EFE).- La Policía colombiana confirmó hoy que destituyó por trasgredir el régimen disciplinario de la institución al capitán Ányelo Palacios, quien denunció la existencia de una supuesta red de prostitución masculina al interior del organismo, informaron fuentes oficiales.
Un comunicado de la Policía señaló que el pasado 11 de este mes «se profirió decisión disciplinaria de primera instancia, consistente en destitución» contra Palacios.
La Inspección General de la Policía, agregó el documento, abrió una investigación en noviembre de 2015 contra Palacios «por una presunta trasgresión al régimen disciplinario de la Policía Nacional, relacionada con injuria, calumnia, omisión de denuncia e incumplimiento de normas internas».
La destitución de Palacios está relacionada con una investigación que se adelanta en su contra por el delito de soborno cuando trabajaba en la ciudad de Florencia, capital del departamento del Caquetá (sur).
Según la investigación de la Policía, Palacio habría recibido, en junio pasado, más de 500.000 pesos (unos 167 dólares) por parte de un comerciante para que le quitara varias infracciones a un establecimiento de venta de licor de su propiedad.
El capitán Palacios se declaró víctima de una supuesta red de prostitución homosexual en la Policía, conocida como «La comunidad del anillo», que a mediados de febrero de este año le costó el cargo al entonces director de esa institución, el general Rodolfo Palomino.
La trama generó un debate nacional tras la publicación por parte La FM Radio, de un vídeo grabado en 2008 en el que Palacios mantiene una conversación de alto contenido sexual con el entonces senador de la República Carlos Ferro.
El caso llevó al procurador general, Alejandro Ordóñez, a abrir una investigación disciplinaria dentro de la institución por el «posible incremento patrimonial, presuntos seguimientos e interceptaciones ilegales a periodistas y creación y puesta en marcha de una supuesta red de prostitución masculina».
Palacios fue trasladado hace unas semanas de Florencia a la Policía Metropolitana de Bogotá, donde seguirá prestando servicios hasta que se produzca un fallo en segunda instancia con respecto a su destitución.
El uniformado además fue secuestrado el pasado marzo en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, y posteriormente escapó de sus captores.