La ONU respaldó hoy la intervención militar francesa en Mali para evitar que los radicales islámicos se hagan con el control del país, para el que volvió a pedir un proceso político de reconciliación nacional.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, «está satisfecho de que socios bilaterales hayan respondido, a petición y con el consentimiento del Gobierno de Mali, a su solicitud de ayuda para frenar el preocupante empuje hacia el sur de grupos armados y terroristas», dijo su portavoz en un comunicado.
Ban confió en que estas acciones «ayuden a frenar la última ofensiva» de los rebeldes islámicos con lazos con Al Qaeda mientas continúan los esfuerzos para implementar la resolución 2085 del Consejo de Seguridad de la ONU, dirigida a la restauración del orden constitucional y la integridad territorial de Mali.
Poco después, el Consejo de Seguridad de la ONU respaldó la ofensiva militar que Francia lanzó el pasado viernes al considerar que se ha realizado dentro de la legalidad internacional.
«Francia tiene la comprensión y el apoyo de todos los miembros», afirmó el embajador francés ante Naciones Unidas, Gerard Araud, en unas declaraciones tras una reunión especial del Consejo de Seguridad solicitada por París.
Araud recalcó que Francia actúa de acuerdo a las resoluciones del Consejo de Seguridad 2056, 2071 y 2085, «que piden a los estados miembros apoyar a las fuerzas malienses contra grupos terroristas».
La operación francesa, basada sobre todo en ataques aéreos, se intensificó hoy tras la contraofensiva salafista en el oeste y el centro de Mali, donde los rebeldes han recuperado la localidad de Diabali.
El embajador galo recalcó que la intervención militar de su país «no es más que un aspecto», ya que se busca «animar» el proceso de normalización, para lo que es «importante» que se lance «lo antes posible» una hoja de ruta con apoyo de la ONU que incluya el diálogo con los grupos armados del norte que rechacen el terrorismo.
«Una vez que se estabilice la situación militar, hay que lanzar un proceso político norte-sur», insistió.
Araud afirmó que la acción francesa en Mali «ha acelerado» el proceso de envío de una fuerza militar africana bajo el paraguas de Naciones Unidas.
El general nigeriano que comandará esa fuerza está ya en Mali y los contingentes de diversos países llegará «en los próximos días y semanas», explicó.
El embajador añadió que su país ha recibido ofertas de apoyo aéreo logístico por parte de EE.UU., Canadá, Reino Unido, Bélgica y Dinamarca, para ayudar a trasladar a esas tropas y el material necesario.
Araud insistió en que su país intentó evitar hasta el final implicarse militarmente en Mali, ya que durante el último año ha promovido en la ONU tres resoluciones que buscaban otro tipo de solución.
Explicó que el Gobierno francés se decidió cuando, tras la ofensiva de Ansar el Din de la pasada semana, los rebeldes «conquistaron Kona y creímos posible que tomaran Bamako», lo que «ponía en juego la existencia misma de Mali», por lo que «decidimos con renuencia que no había otra elección que lanzar esta acción militar».
Francia considera que tras esta ofensiva los grupos armados del norte de Mali verán que no hay alternativa a la negociación.
«La determinación de Francia es total» para evitar que los radicales islámicos controlen Mali, afirmó el diplomático, quien subrayó que su país continuará las operaciones «mientras sea necesario».
Los integrantes de los grupos islámicos radicales Ansar Al Din, Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) controlan el norte de Mali desde junio pasado, cuando arrebataron el territorio al movimiento independentista tuareg MNLA, que había aprovechado un golpe de estado en el país para dominar la región.
Naciones Unidas, 14 ene (EFE).-