El Cairo, 14 feb (EFE).- El Gobierno de Damasco condenó hoy «con firmeza» los recientes bombardeos de las fuerzas turcas en el norte de Siria y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que ponga fin a los «crímenes del régimen turco», informó la agencia oficial de noticias, SANA.
El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores dijo en un comunicado que los bombardeos de artillería de Turquía suponen un «respaldo turco directo a las organizaciones terroristas armadas y una agresión contra el pueblo sirio y la soberanía siria y regional».
Por ello, pidió al Consejo de Seguridad que «asuma su responsabilidad en preservar la paz y la seguridad internacional y que ponga fin a los crímenes del régimen turco».
El ministerio añadió que las fuerzas turcas tuvieron como objetivo emplazamientos donde se encuentran ciudadanos kurdosirios y posiciones del Ejército del presidente Bachar al Asad.
Asimismo, agregó que esos ataques se producen «en respuesta al avance militar que han logrado las fuerzas del Ejército sirio en los frentes del norte de Alepo y en un intento para levantar la moral de los grupos terroristas armados», como el régimen denomina a los opositores.
Los bombardeos coinciden con las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, que insistió ayer en la determinación de su país de luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y en que, tanto su país como Arabia Saudí, están dispuestos a una operación terrestre en Siria.
Para Damasco, la intervención turca representa «un reconocimiento oficial sobre la perseverancia en violar las resoluciones del Consejo de Seguridad vinculadas a la lucha contra el terrorismo».
Además, el Ejecutivo sirio culpó a las «irresponsables conductas del régimen turco» del fracaso de las recientes negociaciones de paz que tuvieron lugar en Ginebra.
Asimismo, señaló que Ankara «sigue intentando hacer fracasar» las nuevas reuniones previstas para finales de mes.
El pasado 1 de febrero, las Fuerzas Armadas sirias iniciaron una ofensiva en el norte de Alepo, donde han recuperado el control de varias localidades y desde donde intentan cercar completamente los distritos en poder de los rebeldes en la capital homónima de la provincia.
Esta ofensiva ha provocado la marcha de decenas de miles de desplazados internos, que han huido de los combates en Alepo y se encuentran atrapados en territorio sirio junto a la frontera con Turquía.
