Buenos Aires, 28 dic (EFE).- Cerca de 150.000 personas seguían hoy desplazadas de sus hogares debido a las graves inundaciones registradas en zonas de Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay a causa de la crecida de los grandes ríos del cono sur americano.
Paraguay es el país más afectado, con unos 100.000 personas desplazadas de sus hogares sólo en su capital, Asunción, según dijeron hoy a Efe fuentes de la Municipalidad.
«Habría unas 80.000 personas en refugios y otras 20.000 en casas particulares. Así está distribuido el mapa que tenemos», declaró Andrés Granje, del departamento de prensa de Asunción, aunque para el Gobierno, las personas cobijadas en espacios de evacuación son 70.500.
El nivel del río Paraguay se situó hoy en 7,84 metros a su paso por Asunción y posiblemente llegará a los ocho en los próximos días, para comenzar luego un descenso, dijo a Efe Daniel Riveros, jefe de operaciones de la Secretaria de Emergencia Nacional (SEN).
La crecidas fluviales también afectan al departamento paraguayo de Ñeembucú (sur), donde hay unos 10.000 evacuados desde que hace mes y medio subiera el caudal del río Paraná, a lo que se sumó hace dos semanas la crecida del Paraguay.
El Gobierno recomendó el sábado la evacuación de los 7.000 habitantes de la ciudad de Alberdi, en ese departamento, ya que el agua del Paraguay amenaza con vencer la resistencia del dique de contención fluvial y anegar la urbe, pero la mayoría de residentes ha rechazado la recomendación.
En Argentina, todos los ojos están puestos en la ciudad de Concordia (Entre Ríos), que permanece parcialmente cubierta por el agua desde hace cuatro días, cuando el río Uruguay subió más de 10 metros en cuestión de horas y rozó los 16 metros, una marca que no se registraba desde 1959.
El ministro argentino de Interior, Rogelio Frigerio, informó hoy en una rueda de prensa que hay unos 20.000 evacuados en el noreste de Argentina, de los que la mitad se localizan en Concordia.
A diferencia de Paraguay, la subida de los ríos se ha frenado en Argentina y el pronóstico meteorológico favorable para los próximos días hace prever una progresiva retirada de las aguas en las seis provincias afectadas: Entre Ríos, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Formosa y Misiones.
Aún así, Frigerio advirtió de que el estado de alerta en las áreas anegadas se mantendrá durante los primeros meses de 2016, al presentar el Sistema Federal de Emergencias (Sifem) que coordinará los fenómenos naturales que afecten a la población.
Las previsiones del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) apuntan en esa dirección: se prevén lluvias por encima de lo normal hasta fines de enero en el sur de Brasil, norte de Argentina, Paraguay y Uruguay.
Las inundaciones que sufre esta región son parte de los efectos de este fenómeno climático cíclico, que golpea con una intensidad pocas veces vista desde 1950.
El Niño de la temporada 2015-2016 está considerado como uno de los más fuertes del último medio siglo, junto a los de 1997-1998 y 1982-1983 y «su evolución actual es inédita», según el CIIFEN, que tiene sede en Guayaquil (Ecuador).
En Uruguay, las inundaciones han dejado 16.311 evacuados y autoevacuados, según cifras oficiales actualizadas hoy.
En la norteña ciudad uruguaya de Artigas, la más castigada, el nivel del río causante de los problemas se encuentra ya por debajo de su cota de seguridad, informó hoy el Sistema Nacional de Emergencia (Sinae).
El Sinae advirtió que una vez que descienda el nivel de las aguas «el retorno a las viviendas solo podrá hacerse sin riesgo una vez que se proceda a la limpieza y desinfección de las zonas afectadas» ya que «el desborde del sistema sanitario y la presencia de alimañas constituyen factores de riesgo extra para la salud de la población».
La crecida de las aguas también comienza a estabilizarse en el sur de Brasil, aunque aún quedan 1.964 familias evacuadas en unos 40 municipios situados en los márgenes de los ríos Uruguay y Guaíba.
Las inundaciones han alterado la agenda vacacional de los presidentes de la región durante las fiestas navideñas.
Tanto el presidente paraguayo, Horacio Cartes, como el argentino, Mauricio Macri, y la brasileña, Dilma Rousseff, han sobrevolado en los últimos días las zonas afectadas y han prometido fondos para financiar la reconstrucción una vez se retiren las aguas.