Montevideo, 17 ago (EFE).- El Parlamento del Mercosur (Parlasur) aprobó hoy en Montevideo, durante su primera sesión de 2015, una declaración de apoyo a la legalidad de los Gobiernos de la región «electos democráticamente» frente a las recientes protestas antigubernamentales en Brasil y Ecuador y la situación en Venezuela.
La Cámara regional resolvió además aprobar una segunda declaración de apoyo a este último país respecto del conflicto que sostiene con Guyana por las aguas de la costa del Esequibo, en la que recomendó el respeto a los acuerdos internacionales.
Previo al inicio de la sesión, el presidente del Parlasur, el venezolano Saúl Ortega, se manifestó preocupado por «las amenazas a los procesos democráticos» y «los movimientos sediciosos, que se vienen operando en Venezuela, Ecuador y Brasil».
«El Parlamento del Mercosur declara expresar la plena vigencia de la democracia en los países miembros (del bloque), y su respaldo a la voluntad soberana expresada en las urnas y a la legalidad de los Gobiernos democráticamente electos en la región, como reaseguro de la plena vigencia de los derechos humanos», rigió el texto aprobado.
El domingo, cientos de miles de personas tomaron las calles de más de un centenar de ciudades brasileñas y exigieron la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, por los casos de corrupción y la gestión económica del Gobierno, en unas protestas menores que otras dos realizadas este año y convocadas por grupos opositores ajenos a la política formal.
También Rafael Correa, presidente de Ecuador, ha afrontado en los últimos días a manifestaciones convocadas por sindicatos, indígenas y otros sectores sociales del país; mientras que en Venezuela la crisis económica y política que sufre el país sigue sin encontrar solución.
Para el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, quien presenció la asunción de la nueva mesa directiva y de los nuevos parlamentarios de Brasil y Uruguay antes de la sesión ordinaria, las personas tienen el «derecho a manifestarse dentro de los límites de la sensatez».
«También reivindicamos la legitimidad democrática que tienen los presidentes y los Gobiernos de América Latina que han surgido de elecciones libres, limpias y democráticas y por lo tanto ese es un aspecto que no puede ser dejado de lado», sostuvo.
Nin Novoa fue la única autoridad gubernamental de los países miembros del Mercosur -Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, más Bolivia en proceso de adhesión-, en asistir a la trigésima tercera reunión de su Cámara.
El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, e invitados especiales como el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, y la presidenta del parlamento de Ecuador, Gabriela Rivadeneira, cancelaron su presencia en el último momento.
La sesión, que duró cerca de tres horas, empezó atrasada y terminó con prácticamente la mitad de los asistentes inicialmente presentes.
Los debates se centraron en la integración regional a través de varios ejes planteados por los parlamentarios, desde la cooperación para combatir el tráfico de drogas, armas, cigarrillos y otros productos en las fronteras, hasta la homologación de estudios universitarios y una estandarización de las propuestas curriculares de los cursos.
La polémica instalada la semana pasada en Brasil tras una idea presentada por el presidente del Senado brasileño, Renan Calheiros, de acabar con la unión aduanera del Mercosur hizo eco en los discursos proferidos hoy en defensa del bloque y de los procesos de integración en la región.
En su discurso de asunción como vicepresidente en la mesa directiva por parte de Brasil, Arlindo Chinaglia defendió que «la solución para el Mercosur es más Mercosur».
La primera sesión del Parlasur este año también conllevó la aprobación de convenios con la Organización Latinoamericana de la Energía (Olade) y la Corte Penal Internacional.
Durante la reunión de la mesa directiva se aprobó la conformación de comisiones permanentes que podrán tener reuniones propias y el cronograma de actividades para los próximos meses hasta el final del año.
El Parlasur, cuyas sesiones deben realizarse mensualmente, algo que no suele cumplirse, solamente puede hacer recomendaciones a sus países miembros ya que no tiene competencia legislativa.
