San Salvador, 17 ago (EFE).- El Salvador se enfrenta a una constante espiral de violencia que se evidencia en los al menos 67 homicidios entre el viernes y el mediodía de hoy, una situación que autoridades y analistas atribuyen a una «guerra» entre el Gobierno y las peligrosas pandillas.
La cifra más alta de estos casi 4 días se registró el domingo con unas 28 muertes violentas, 11 de ellos pandilleros muertos en enfrentamientos armados con agentes de la Policía y soldados.
A esos se suman 21 crímenes el viernes pasado, incluidos 7 supuestos pandilleros asesinados a puñaladas; 9 muertes violentas el sábado y otras 9 este lunes hasta el mediodía, según datos de la Fiscalía General y la Policía Nacional Civil (PNC).
El director general de la PNC, Mauricio Landaverde, dijo este lunes a la prensa local que durante el fin de semana se registraron 7 enfrentamientos armados entre los cuerpos de seguridad y las pandillas.
«Ayer (domingo) fue un día duro en cuanto a eso (tiroteos), sin embargo en todo el país nuestras unidades están respondiendo al llamado de los ciudadanos», dijo el jefe policial.
El promedio diario de muertes violentas entre el viernes pasado y el mediodía de este lunes se ubicó en 16,5, casi igual que las 16,2 registradas entre el 1 de enero y 11 de agosto pasado, cuando el Instituto de Medicina Legal (IML) reportó 3.603 homicidios.
El día más violento de este año ha sido el pasado 11 de junio, cuando se registraron 40 asesinatos, seguido del 10 de agosto y el 1 de junio, con 37 y 35 crímenes, respectivamente, de acuerdo al IML.
El director del Instituto de Medicina Legal, Miguel Fortín Magaña, dijo a la prensa que el promedio diario de homicidios en lo que va de agosto es superior a 25, por lo que el mes podría terminar con registro de 425 crímenes.
La cifra de asesinatos «no está bajando, está subiendo en agosto, así como en julio bajó, ahora ha vuelto a subir», dijo el funcionario.
Diferentes sectores de la sociedad salvadoreña destacan que el Gobierno y las pandillas viven una «guerra tácita».
El portavoz del Gobierno salvadoreño, Eugenio Chicas, ha dicho que «grupos criminales (pandillas) han decidido declararle la guerra al Estado» y a la «población».
Por su parte, Raúl Mijango, exmediador de una tregua entre pandillas iniciada en 2012 que llegó a reducir de 12 a 5 el promedio diario de crímenes, dijo a Efe que la «declaración de guerra» vino del Gobierno.
El último pulso entre las partes se dio a finales de julio pasado, cuando la facción Revolucionarios de la pandilla Barrio 18 «impuso» un paro al servicio de transporte por 4 días consecutivos, en el marco de la cual fueron asesinados de 7 chóferes supuestamente por salir a trabajar.
No obstante, ya en el año 2008 el entonces presidente Antonio Saca dijo que el Gobierno mantenía «una lucha frontal contra las pandillas» que sostenían una «guerra» contra las autoridades.
El Salvador es asediado por las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias formadas por emigrantes centroamericanos en las calles de Estados Unidos.