El Tribunal Supremo de Canadá dictaminó hoy que, en algunas circunstancias, las mujeres musulmanas pueden testificar cubriendo sus rostros con el nicab, un velo que sólo deja los ojos al descubierto, pero serán los jueces los que decidan caso por caso.
De esta forma, el Tribunal Supremo canadiense estableció que en el futuro la posibilidad de testificar con el nicab será determinada, caso por caso, por el juez que presida la vista.
La decisión del Tribunal Supremo, publicada hoy en su sitio web, fue excepcional por la división entre los siete jueces que lo componen: cuatro votaron por permitir en determinados casos los testigos con nicab, dos se opusieron a su uso en todos los casos y uno dijo que debería ser la norma, excepto en circunstancias excepcionales.
El caso fue presentado por una mujer de Toronto, a quien sólo se la conoce por las iniciales N.S., que acusó a dos familiares de abusos sexuales durante su infancia y que solicitó testificar contra ellos con el nicab por motivos religiosos.
Inicialmente un juez dictaminó en contra N.S. después de que los dos acusados señalaran que constitucionalmente tienen el derecho de confrontar a su acusadora mirándola a la cara y que el juez y el jurado tienen que poder juzgar su credibilidad a través de las expresiones faciales.
Pero el abogado de N.S. dijo al Tribunal Supremo que no hay clara evidencia de que las expresiones faciales ayuden a valorar la credibilidad y sí hay pruebas de que las claves faciales pueden no servir.
N.S. había solicitado al Tribunal Supremo que autorizara todos los casos en que mujeres musulmanas quieren testificar con el nicab.
La mayoría de los jueces del Tribunal Supremo se opusieron a una autorización generalizada y señalaron en su decisión que dado que «la prueba del testigo es central para el caso y su credibilidad vital, la posibilidad de una condena errónea debe ser valorada cuidadosamente, favoreciendo la retirada del nicab».
El Tribunal Supremo devolvió el caso a los tribunales de Ontario para que el juez decida si N.S. testifica o no con el nicab.
A nivel federal, el Gobierno canadiense ha prohibido que las mujeres asistan a sus ceremonias de adquisición de la ciudadanía cubriendo sus caras con el nicab.
A nivel provincial, las mujeres musulmanas también tienen que mostrar sus rostros en las fotografías del carné de conducir y de las tarjetas de salud.
