Naciones Unidas, 7 may (EFE).- La ONU analizó hoy los nuevos desafíos que plantea la lucha mundial contra las drogas en un foro en el que se reconoció que las políticas que se usan se están quedando viejas, frente a un problema que cada día cambia más.
En el debate de alto nivel organizado por la Asamblea General de la ONU participaron ministros y altos funcionarios del continente americano, el más afectado por el problema de las drogas, ya sea en su vertiente de producción o en la del consumo.
«La droga es mala, daña a nuestros ciudadanos, pero estamos convencidos también de que las formas en las que lo hemos combatido nos dañan aún más», afirmó en la reunión el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
«Son muchos más los hombres y mujeres que en las Américas han muerto en las guerras contra la droga que los que han muerto por efectos del uso de la droga», insistió Insulza.
La reunión permitió aportar ideas sobre las políticas y las convenciones internacionales que están vigentes desde hace décadas, con el fin de preparar una sesión especial sobre el tema que celebrará en abril próximo la Asamblea General de la ONU.
Ministros como el titular de Justicia de Colombia, Yesid Reyes, o el de Gobernación (Interior) de México, Miguel Ángel Osorio Chong, así como responsables de las drogas de otros países, resaltaron la necesidad de buscar nuevos enfoques para este problema.
«Si no somos conscientes de que el mercado ilícito de las drogas muta continuamente para evadir la acción de las autoridades, las nuevas realidades terminarán por opacar los importantes avances que se han conseguido», afirmó el ministro colombiano.
«Pese a los grandes esfuerzos que se hacen para acabar con los cultivos ilícitos, no sólo estamos lejos de conseguir su eliminación, sino que comienza a percibirse un aumento de los mismos», agregó Reyes.
El alto funcionario colombiano reconoció que el combate de la droga es «una guerra que no se ha ganado», por lo que es necesario buscar responder «de manera más humana, inteligente y efectiva a este enorme desafío».
Osorio Chong habló de la necesidad de adoptar una perspectiva «más amplia e integral». «Los avances en el problema mundial de las drogas son aún insuficientes», afirmó hoy el secretario de Gobernación de México.
«Reconocemos las implicaciones globales de nuestras decisiones locales, y la necesidad de actuar mediante instituciones y estrategias multilaterales», insistió.
El vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, insistió en que el tráfico de drogas «constituye una amenaza para la paz y la seguridad en los niveles nacionales, regionales e internacionales».
Los estupefacientes, recordó Eliasson, son la mayor fuente de financiación de los grupos armados irregulares, y sus conexiones con organizaciones terroristas «constituyen una seria amenaza».
El viceministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Rodrigo Vielmann, recordó que la comunidad lleva medio siglo apoyando políticas «basadas en la prohibición», por lo que hay que ir «más allá del narcotráfico».
El subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley de Estados Unidos, Luis E. Arreaga, abogó por nutrir la lucha contra las drogas con los desarrollos de la ciencia y revisar las condenas que se aplican.
«Encarcelar no puede ser el resultado y la solución», agregó el alto funcionario estadounidense.
Eliasson dijo que la lucha contra las drogas es «penosa, trabajosa y aparentemente sin final», tanto que «se parece a la lucha de Sísifo».
Y el encargado argentino de la lucha contra el narcotráfico, Juan Carlos Molina, citó al expresidente uruguayo José Mújica para describir esa misma sensación: «Llevamos 50 años reprimiendo y el narcotráfico se mata de risa».
Agustín de Gracia