Los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) celebraron hoy en Caracas el octavo aniversario de su fundación con un acto que se convirtió en un homenaje al presidente venezolano e impulsor de este mecanismo, Hugo Chávez.
Encabezados por el presidente de Bolivia, Evo Morales; el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, y el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, los representantes de esta alianza destacaron el papel de Chávez, quien se encuentra en Cuba tras ser intervenido nuevamente tras la reaparición del cáncer que padece.
Morales inició su intervención ante los asistentes a la plaza Bolívar, en el centro de Caracas, con los saludos enviados a Chávez por los distintos movimientos en su país, y se declaró seguro de que seguirán «derrotando esta batalla en la defensa de la vida».
«Todos nosotros y el hermano Chávez vamos a ganar otra batalla más por la vida del hermano presidente», resaltó Morales, quien llegó hoy a la capital venezolana y admitió que «por razones de tiempo» no viajó finalmente a La Habana para visitar a su par venezolano.
Patiño comenzó su intervención saludando al presidente venezolano y destacó que su país está con Venezuela y con Chávez porque comparte una misma visión del mundo sin guerras y contraria a las potencias imperialistas y sus intereses hegemónicos.
«Comandante Hugo Chávez Frías desde aquí un saludo bolivariano alfarista, latinoamericano, revolucionario para usted; que sepa que estamos pensando con usted sintiendo con usted y acompañándole en este momento tan importante y tan difícil de su vida», sostuvo.
Señaló que la ALBA tiene su mayor fortaleza en la «moral» y en su actuar de acuerdo a «principios», y dijo que esa ALBA también es el alba, porque es el amanecer tras «esa nefasta noche neoliberal, fracasada y triste».
Patiño aseguró que el mecanismo es «la solución a la crisis sistémica mundial».
La ministra de Gobernación de Nicaragua, Ana Isabel Morales, aludió, por su parte, a los beneficios que la ALBA ha dejado en su país y destacó el proyecto de integración que permite «unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran».
Pese a que su país ya no forma parte de la ALBA, el expresidente hondureño Manuel Zelaya, derrocado en 2009, destacó a Venezuela, al pueblo bolivariano y su «comandante» Chávez como «símbolo de inspiración y de dignidad revolucionaria democrática para todos los pueblos de América Latina y del Caribe».
«Chávez no solamente es un líder, también tiene rasgos de profeta», dijo en otro aparte de su intervención Zelaya al relatar que el gobernante venezolano la había advertido tres años antes del golpe que lo desalojó del poder que si se acercaba a él era «casi seguro» que los gringos lo echarían.
El vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba Miguel Díaz-Canel aseguró, por su parte, que traía «el saludo y el abrazo entrañable» del líder cubano, Fidel Castro, y del presidente de la isla, Raúl Castro.
Aseguró que «Venezuela puede contar con Cuba y con todos los cubanos» y dijo que su pueblo los acompaña «en estos momentos difíciles».
Maduro, en nombre del pueblo y del Gobierno de Venezuela, agradeció «toda la generosidad y todo el amor» que han traído de «cuerpo presente, de palabra presente, de palabra sincera».
En el acto también estuvieron presentes los primeros ministros de San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Dominica.
La ALBA nació como un bloque de integración en 2006 por iniciativa de Chávez y de Fidel Castro como una forma de responder al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que impulsaba en ese momento Estados Unidos.
En este momento forman parte de la ALBA, además de Cuba y Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y los países caribeños anglófonos mencionados.