El líder norcoreano, Kim Jong-un, acudió hoy al Palacio Memorial de Kumsusan en Pyongyang para rendir homenaje a su padre, Kim Jong-il, de cuya muerte a causa de un infarto se cumple un año hoy, informaron medios estatales del país comunista.
Imágenes de la televisión estatal norcoreana mostraron cómo Kim Jong-un, acompañado de altos cargos del régimen y su esposa, Ri Sol-ju, todos vestidos de luto, presentaban sus respetos al fallecido dictador con reverencias.
Ataviada con un holgado vestido negro que podría disimular un embarazo sobre el que han especulado los medios en los últimos meses, la esposa del líder norcoreano se mantuvo a su lado con semblante serio durante el homenaje, según las imágenes.
El primer aniversario de la muerte de Kim Jong-il ha sido el día elegido para la reapertura, tras una renovación, del Palacio de Kumsusan, que alberga el cuerpo embalsamado del fundador del régimen, Kim Il-sung, abuelo del actual líder.
Según la agencia surcoreana Yonhap, no se descarta que durante la jornada de hoy se presente a su vez el cuerpo embalsamado del difunto Kim Jong-il.
Kumsusan ya albergó hace un año las largas exequias del fallecido dictador, que gobernó Corea del Norte con mano de hierro durante 17 años.
Ayer, víspera del aniversario de la muerte del «querido líder», el Estadio de Pyongyang acogió una gran ceremonia a la que asistieron Kim Jong-un y los principales oficiales del régimen, en la que se alabaron los «logros» de Kim Jong-il.
Además, tuvieron lugar otros actos en homenaje al «querido líder», como visitas masivas al monte Mansu, donde se erigen su estatua y la de Kim Il-sung, que recibieron ofrendas florales, y la presentación de la cuarta parte de un documental sobre la vida y logros de Kim Jong-il, según la agencia estatal KCNA.
Kim Jong-il falleció hace un año mientras viajaba en tren de regreso a Pyongyang tras una de sus visitas de trabajo por el país, según la versión oficial del régimen.
Tras su muerte el poder recayó en Kim Jong-un, nacido en 1983 o 1984 según estimaciones, que en pocos meses se consolidó como «líder supremo» del país sin aparentes dificultades y en su primer año en el poder ha dado continuidad a las políticas de prioridad militar aplicadas por su padre.
