El consejero delegado de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, dijo hoy que no ve «imposible» que el Congreso de EE.UU. alcance un acuerdo para evitar el «precipicio fiscal», aunque reconoció que el pacto supondrá un desafío para la economía puesto que implicará «una buena dosis de austeridad».
«Debería haber un acuerdo, ambos lados conocen las consecuencias negativas de no hacerlo. ¿Y sabes?, no es imposible», dijo Blankfein en una entrevista con el periodista del New York Times Andrew Ross Sorkin durante una conferencia económica organizada por ese diario, llamada «Oportunidades para el mañana».
El directivo de Goldman Sachs, uno de los pesos pesados de Wall Street, afirmó que para que haya un acuerdo fiscal será necesaria una «coalición de los moderados de ambos partidos», pero no prevé que se alcance hasta el límite del «precipicio fiscal», un escenario que podría hacerse realidad en enero.
Así es como se ha denominado a la combinación de subidas de impuestos para todos los estadounidenses y masivos recortes del gasto público por un total de al menos 500.000 millones de dólares en 2013 que se pondrán en marcha de forma automática si republicanos y demócratas no pactan antes una reducción del déficit.
El principal escollo en las negociaciones sigue siendo la cuestión de los impuestos, ya que el presidente estadounidense, Barack Obama, ha insistido en la necesidad de elevar las tasas a los más acaudalados, una propuesta a la que se han opuesto frontalmente los líderes republicanos.
«Necesitas ingresos, y lo tienes que hacer en parte elevando impuestos», reconoció el máximo responsable de Goldman Sachs, quien dijo que la subida de impuestos a los más ricos es «una medicina que no puedes evitar» y recordó que fue una de las propuestas electorales del presidente Obama.
En cualquier caso, Blankfein alertó de que «los próximos doce meses van a ser delicados porque cualquier compromiso va implicar una buena dosis de austeridad», ya que «pase lo que pase habrá menos gasto y algo más de impuestos», lo cual supondrá un «viento en contra» para el crecimiento económico del país.
Diferente es la opinión del consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, quien dijo en esa misma conferencia que si el Congreso pacta una «política fiscal racional», el producto interior bruto (PIB) estadounidense podría crecer al 4 % y el país crearía más de 200.000 empleos mensuales.
«Creo que es muy importante hacer esto bien porque puede salvar empleos, poner al país en marcha de nuevo y devolver la confianza tanto en EE.UU. como en el resto del mundo», aseguró Dimon en su intervención en ese encuentro, en el que también participan el presidente de Google, Eric Schmidt, y la de PepsiCo, Indra Nooyi.