El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuestionó hoy el beneficio «nominal» que tendrá para los consumidores estadounidenses la construcción del oleoducto Keystone XL, desde Canadá al Golfo de México, que apoya la oposición republicana.
Obama señaló que se trata de petróleo canadiense, no estadounidense, y refutó la idea de que su paso por territorio nacional vaya a contribuir al descenso de los precios de las fuentes energéticas en Estados Unidos.
Durante su última conferencia de prensa de 2014 para hacer balance del año, el mandatario consideró que el oleoducto «es muy bueno para las compañías petrolíferas de Canadá y es bueno para la industria petrolera canadiense», pero «no va a tener un beneficio nominal para los consumidores estadounidenses».
Los republicanos defienden que la construcción del oleoducto ayudaría a mantener bajos los precios del petróleo y el gas en el país y que contribuiría a la creación de empleo, mientras que los demócratas, en su mayoría, alegan que sería devastador para el medio ambiente.
Obama señaló que la creación de empleo derivado de Keystone XL sería algo «temporal» mientras dura el tiempo de la construcción, mientras que la edificación de infraestructuras en el país «podría crear cientos de miles de trabajos o un millón».
«Así que si ese es el argumento, hay muchas otras formas de crear trabajos directos bien pagados en la construcción en Estados Unidos», indicó el mandatario, que también mostró su preocupación por las posibles repercusiones medioambientales del proyecto.
«Quiero asegurarme de que si este proyecto sigue adelante no añade problemas al cambio climático, que creo que es algo muy serio y tiene costos graves para la población estadounidense, algunos a largo plazo», aseveró.
El Senado, hasta ahora de mayoría demócrata pero que en enero pasará a manos republicanas, rechazó el proyecto de ley por un voto el pasado noviembre, pero el senador Mitch McConell, que será el líder de la mayoría republicana, ya ha mostrado su intención de volver a someterlo a voto el próximo año.
El proyecto de ley se quedó a un solo «sí» de los sesenta que necesitaba para pasar a la votación final en el pleno, donde solamente hubiera necesitado una mayoría simple para prosperar.
Por el polémico oleoducto se podrían canalizar unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde la provincia canadiense de Alberta a diferentes lugares de Estados Unidos, incluidas refinerías de Texas en el Golfo de México y un centro de distribución en Oklahoma.
Washington, 19 dic (EFE).-