San Francisco (EEUU), 17 oct (EFE).- Nadie había colocado a los Gigantes de San Francisco como favoritos de la Liga Nacional para estar en la Serie Mundial, pero de nuevo el equipo californiano encontró la «magia» ganadora de la competición de octubre con el pelotero venezolano Pablo Sandoval a la cabeza.
Aunque los Gigantes han contado con el aporte clave de varios jugadores, no dependiendo de un grupo en particular, sino en casi todo el plantel, la figura de Sandoval, con su ataque y defensa, ha sido muy especial desde que el equipo inicio la fase final con el partido por el comodín del «Viejo Circuito».
El piloto de los Gigantes, Bruce Bochy, reconoció que Joe Panik, Michael Morse y Travis Ishikawa brillar con jonrones en el momento indicado y ayudaron al triunfo en el quinto partido (6-3), pero Sandoval fue el que realizó las jugadas decisivas, las que facilitaron el triunfo final.
El veterano pelotero venezolano hizo sentir su impacto de mantenerse consistente en el rendimiento cuando llega la competición de octubre y mejor supo aguantar la presión en una situación en la no hay mañana ni margen de error o perdida de una oportunidad.
El «Kung Fu Panda», como cariñosamente se le conoce al pelotero venezolano, que se fue de 4-2 en el quinto partido de los Gigantes, subió a .326 el promedio de bateo en lo que va de los «playoffs» y a .400 ante los Cardenales de San Luis.
Pero si estuvo eficaz con el bate, Sandoval fue decisivo en la defensa que hizo en la novena entrada del quinto partido de la serie que los Gigantes ganaron 4-1 al mejor de siete cuando los Cardenales buscaban la victoria y el marcador señalaba un empate a 3-3 al tener un guante de oro.
En la parte alta de la novena entrada, con corredores de los Cardenales en primera y segunda, Sandoval se tiró a su izquierda para hacer contacto con una bola bateada por el segunda base Kolten Wong y desviarla hacia torpedero Brandon Crawford, que tiró a segunda para conseguir un «out» forzado.
De haber pasado el batazo a los jardines, era probable que anotara desde la segunda base el emergente Daniel Descalso.
Después de que San Francisco se escapara con un cero a pesar que los Cardenales llenasen las bases, Sandoval inició el cierre del episodio con un sencillo frente al derecho Michael Wacha.
La acción de Sandoval fue el inicio de la reacción de los Gigantes que culminó con un jonrón de oro de Ishikawa.
«No quería apresurarme, sino ser paciente y esperar un buen pitcheo», declaró Sandoval. «Sin nervios. Esas son las situaciones que más me gustan, tener sangre fría e ir al ‘home plate’ a tratar de llegar a la base lo más posible».
Así ha sido Sandoval desde el 2012, cuando el oriundo de Puerto Cabello, de 28 años, fue Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie Mundial que los Gigantes ganaron gracias a su apoyo.
Lo mismo sucede en lo que va de la presente fase final, Sandoval se ha embasado en cada partido para extender a 23 juegos desde el 2012 su racha, ampliando su propia marca de la franquicia de los Gigantes, que le quitó a Barry Bonds.
Además del promedio de .326 en estos playoffs (43-14), el toletero tiene cuatro dobles, seis anotadas y cuatro bases por bolas en 10 partidos.
«Las situaciones en que he estado me han ayudado a rendir más en el momento de presión como es la llegada de los playoffs», explicó Sandoval. «La experiencia de los momentos vividos. Esta es mi tercera participación en la fase final y creo que aprendes muchas cosas con lo sucedido en las dos anteriores».
Bochy apoyó lo expresado por Sandoval al tocar el asunto de la experiencia de este equipo, que desde el martes irá en busca de su tercera corona de la Serie Mundial en cinco años en el Clásico de Otoño contra los Reales de Kansas City.
«Estos muchachos, encabezados por jugadores como Pablo (Sandoval) han pasado por esto», subrayó Bochy, que dirigirá su cuarta Serie Mundial como piloto, tres con los Gigantes y una con los Padres de San Diego. «Se han puesto a prueba de todo en los momentos difíciles y saben cómo manejarse cuando estás se dan».
Sandoval reiteró que ahora lo único que había que pensar era en ganar otros cuatro partidos, los que necesitan para conseguir un tercer título de la Serie Mundial, algo que sería un auténtico sueño.