Moscú, 29 sep (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, llegó a la ciudad de Astraján (sur) donde hoy recibe a sus homólogos de Irán y de las repúblicas exsoviéticas de Kazajistán, Azerbaiyán y Turkmenistán en la IV cumbre de los países ribereños del mar Caspio.
El objetivo principal de este encuentro de alto nivel es fijar las posturas de cara a la firma de una convención para la delimitación del mar Caspio entre los cinco países, algo que podría ocurrir el próximo año, según el Kremlin.
«La cumbre ha estado precedida por un trabajo muy intenso de los expertos, por lo que aquí podríamos alcanzar resultados muy importantes para la futura cooperación en el Caspio», dijo Yuri Ushakov, asesor de Putin.
«Si el trabajo en Astraján concluye con éxito, entonces se allanará el camino para la firma de una convención en la próxima cumbre, que tendrá lugar en Kazajistán» en 2015, señaló.
A la cumbre de Astraján asisten, además de Putin, los presidentes de Irán, Hasán Rohaní; Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev; Azerbaiyán, Ilham Alíev, y Turkmenistán, Gurbangulí Berdimujamédov.
«En la declaración final se reflejará el punto consensuado sobre la delimitación del mar, por lo que serán establecidas dos zonas: una zona de soberanía estatal y una segunda con derecho a la pesca», apuntó Ushakov, quien precisó que ambas zonas tendrán 25 millas marinas en total.
En la cumbre también se prevé suscribir tres acuerdos a cinco bandas, entre otros sobre la utilización racional de los recursos marinos.
Según el programa, los presidentes participarán en una ceremonia de lanzamiento al río Volga de jóvenes esturiones, en una demostración del interés por preservar esos recursos.
Putin mantendrá sendos encuentros bilaterales con los presidentes de Irán, Azerbaiyán y Turkmenistán, mientras que con el de Kazajistán se reunirá el martes en la ciudad de Atirau, en el país centroasiático, en un foro sobre las regiones fronterizas ruso-kazajas.
La cumbre de Astraján es la cuarta, tras las de Bakú (2010), Teherán (2007) y Asjabad (2002), sin que por ahora los países limítrofes se hayan puesto de acuerdo sobre el estatus jurídico.
El Caspio era compartido por Moscú y Teherán según los tratados de 1921 y 1940, pero la desintegración de la Unión Soviética en 1991 puso fin a este entendimiento con la independencia de las otras tres repúblicas exsoviéticas ribereñas.
Aunque Irán llegó a exigir el control de la mitad del mar, ahora oficialmente Teherán pide, o bien el condominio de todo el mar entre todos los estados ribereños, o la división del mismo en cinco partes iguales.