México, 22 sep (EFE).- El proceso de legalización de la marihuana en el mundo ha avanzado paulatinamente en muchas naciones, en particular en Estados Unidos, y es «irreversible», aseguró hoy el expresidente mexicano Vicente Fox (2000-2006). «La guerra contra las drogas nunca ha funciondo en el mundo, es una guerra perdida», afirmó Fox en un encuentro con corresponsales extranjeros en la capital mexicana, en el que insistió en que es necesario cambiar «prohibición por regulación». La legalización de la marihuana va muy rápido en el mundo, apuntó y añadió que en Estados Unidos más de una veintena de estados la han autorizado. California muy pronto convocará a un referendo, dijo Fox, quien confió en «que sea este año» y que promoverá el apoyo a esa medida entre la comunidad mexicana. En México, dijo que muy pronto se va a aprobar el uso de marihuana con fines medicinales en el estado de Jalisco, donde actualmente se lleva a cabo una consulta ciudadana sobre una iniciativa legislativa en ese sentido. Además, indicó que espera que el Gobierno capitalino, que está en manos del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), empiece a discutir la legalización en Ciudad de México, donde ya se aprobó el aborto antes de 12 semanas y se legalizaron los matrimonios entre personas del mismo sexo. «Yo estoy en contra de quienes construyen muros que impiden la libertad e imponen comportamientos morales y éticos», dijo Fox. Nadie tiene el derecho de privar a las personas de su libertad para decidir su propia vida y cómo actuar, «salvo que se ofenda a terceros», señaló. El expresidente destacó que aunque EE.UU. es el país que más prohíbe el tráfico de drogas y el lavado de dinero, es donde más se consumen drogas, más se comercia con drogas y más se blanquea dinero. «¿Dónde están las policías, el FBI, la CIA?», preguntó. Explicó que las instituciones terminan negociando los castigos y las penas con los criminales a cambio de la entrega de los recursos. «No debemos asustarnos de las negociaciones», aseveró. Insistió en que los Gobiernos no deben obsesionarse con el dogma de desaparecer las drogas y los cárteles, pues consideró que eso no funciona. En su opinión, el avance de la legalización de la marihuana en EE.UU. facilitará al presidente Barack Obama y a la Suprema Corte a cambiar las leyes federales que castigan al narcotráfico para adecuarlas con las estatales y superar así la contradicción legal que existe actualmente en la mayoría de estados.