Washington, 7 sep (EFE).- Un pequeño asteroide del «tamaño de una casa» pasó hoy «muy cerca» de la Tierra sin suponer ningún peligro para el planeta, informó la NASA.
«No hay de qué preocuparse, está a 40.000 kilómetros», informó hoy la agencia aeroespacial estadounidense en su cuenta de Twitter cuando se produjo el paso del asteroide, de unos 20 metros de diámetro, por las «cercanías» de la Tierra.
Según los cálculos de la NASA, el momento de mayor aproximación a la Tierra del asteroide, bautizado como «2014 RC», fue a las 14:18 horas de la coste este de Estados Unidos (18:18 GMT), cuando pasó por encima de Nueva Zelanda como punto más próximo.
El cuerpo celeste fue descubierto el pasado 31 de agosto por el programa Catalina Sky Survey (CSS), operado por el Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona, que utiliza datos de tres telescopios para buscar cometas, asteroides y objetos próximos a la Tierra.
El tamaño del asteroide, calculado en unos 20 metros de diámetro, se estableció en base a «la brillantez de su reflejo», dijo la NASA.
El asteroide fue también detectado de forma independiente hace una semana por el telescopio del Observatorio Pan-STARRS situado en Hawai, que informó de sus observaciones al Minor Planet Center de la Unión Internacional Astronómica, en Cambridge (Massachusetts).
Los 40.000 kilómetros de distancia mínima a la que pasó de la superficie de la Tierra en el momento de mayor cercanía supone una décima parte del espacio existente entre el centro del planeta hasta la Luna, motivo por el cual los científicos habían advertido de que debido a su pequeño tamaño no se podría detectar a simple vista.
Sin embargo, avisaron de que los astrónomos aficionados podrían intentar captar con telescopios pequeños la aparición del asteroide, que se mueve rápidamente y cuya órbita en torno al Sol «nos lo traerá de nuevo a las cercanías de nuestro planeta en el futuro».
Según los cálculos de la NASA, el asteroide debió pasar por fuera de la órbita geosíncrona de los satélites de comunicaciones y meteorológicos que orbitan a unos 36.000 kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta.
La NASA había anunciado el pasado 3 de septiembre que esta es una «oportunidad única» para la comunidad científica para observar y aprender más sobre los asteroides.
«El movimiento del asteroide será estrechamente vigilado, aunque no se han identificado futuros encuentros amenazadores para la Tierra», apuntó la NASA.