Washington, 24 ago (EFE).- Dos semanas después de que un policía de Ferguson (Misuri) matara a Michael Brown desatando una ola de protestas en ocasiones violentas, el suburbio vivió su cuarta noche de calma este sábado, mientras se prepara para celebrar el lunes el funeral del joven negro.
Entre 300 y 400 personas se manifestaron de forma pacífica desde el sábado por la tarde y hasta la medianoche en la avenida West Florissant de Ferguson, en una marcha convocada por el foro afroamericano más importante del país, la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP).
Hacia la medianoche, la Policía confirmó tres arrestos en la zona de protestas, entre ellos el de un individuo que dio un puñetazo a una señal y trató de huir, pero la actividad policial no generó las mismas tensiones que se vivieron en las últimas dos semanas, según informa hoy el diario local Saint Louis Post-Dispatch.
El capitán de la Patrulla Fronteriza de Misuri, Ronald S. Johnson, acompañó la marcha junto al jefe de policía de San Luis, Sam Dotson, y el jefe de policía del condado de San Luis, Jon Belmar.
«Si la gente puede ver a los jefes de policía y a los líderes de la NAACP juntos, ése es el mensaje que tenemos que enviar. En el futuro, cuando tengamos incidentes graves, tenemos que ser capaces de confiar los unos en los otros desde el principio», aseguró Belmar, según el Post-Dispatch.
La ciudad de San Luis, de la que Ferguson es un suburbio, se prepara para acoger el lunes el funeral de Brown, un acto al que la Casa Blanca anunció el sábado que enviará a tres funcionarios.
Uno de ellos es Broderick Johnson, que lidera la iniciativa de la Casa Blanca para aumentar las oportunidades educativas y sociales de las minorías, llamada «El Guardián de mi Hermano».
También asistirán dos representantes de la Oficina de Relación con el Público de la Casa Blanca: Heather Foster y Marlon Marshall, un nativo de San Luis que fue compañero de instituto de la madre del joven muerto.
El sábado, entre 75 y 100 manifestantes se congregaron en el suroeste de San Luis a favor de Darren Wilson, el policía que disparó fatalmente contra Brown.
Dos colectas a nivel nacional han recaudado ya casi 300.000 dólares para ayudar a Wilson a pagar tasas legales en caso de juicio, una cantidad superior a la recopilada para la familia del joven negro a través del «Fondo en Memoria de Michael Brown», que ha superado los 200.000 dólares.
Las autoridades federales tienen en marcha una investigación independiente sobre lo ocurrido el 9 de agosto, cuando Brown murió tiroteado por el agente en circunstancias aún por esclarecer y con versiones contradictorias de la Policía y los testigos.