Cuestiones económicas, la profundización de la relación entre los países norteamericanos y la exigencia de Canadá de visados a los mexicanos dominaron la reunión que mantuvieron el presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper.
Harper y Peña Nieto se reunieron durante dos horas, incluido un almuerzo de trabajo, en el edificio del Parlamento canadiense, en Ottawa, a solo dos días de que el líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tome posesión de la Presidencia mexicana.
Tras el encuentro, los dos mandatarios comparecieron en una rueda de prensa conjunta, en la que reafirmaron su voluntad de profundizar las ya estrechas relaciones económicas y políticas que existen entre los dos países.
«Estoy encantado de que incluso antes de su toma de posesión haya decidido visitar a su amigo canadiense», dijo Harper ante los medios de comunicación.
Con anterioridad al inicio de la reunión, Peña Nieto había lanzado un mensaje a través de su cuenta de Twitter en la que calificó a Canadá como un «socio estratégico de México».
Durante su reunión, la primera que mantienen los dos mandatarios, Peña Nieto indicó al primer ministro canadiense las líneas generales de su programa de Gobierno, especialmente en el terreno económico y de seguridad pública.
Peña Nieto dijo que la reunión, «la primera oportunidad» para conocerse, había sido «muy positiva».
Por su parte, Harper destacó que los dos países «comparten profundas conexiones en muchos niveles. México es el principal destino de viajes turísticos de los canadienses. Y durante años, decenas de miles de mexicanos y sus descendientes han convertido a Canadá en su país».
Precisamente, el tema quizás más conflictivo de la reunión fue la imposición en 2009 de visados a los ciudadanos mexicanos que visitan Canadá, debido al aumento de las peticiones de refugio de ciudadanos del país latinoamericano.
En los últimos tres años México ha intentado que se cancele la exigencia de obtener visado, pero Canadá se ha negado repetidamente.
Hoy, los dos dirigentes trataron nuevamente sobre el tema pero durante la rueda de prensa, Peña Nieto no señaló si había solicitado a Harper la cancelación y se limitó a decir que espera que el Gobierno canadiense cambie su política «en el corto plazo».
«He expresado mi interés sobre este visado impuesto a los mexicanos. Como el primer ministro Harper ha dicho, fue el resultado de un número excesivo de peticiones de refugio que quizás no eran reales», dijo Peña Nieto.
«Hablamos sobre los cambios legislativos (de Canadá) y espero que cuando la nueva ley sea aprobada en el corto plazo seamos capaces de evitar este requisito», añadió el presidente electo mexicano.
Harper confirmó que Canadá esta en el proceso de modificar las leyes sobre refugio en el país y explicó que había discutido con Peña Nieto el cambio, pero se mostró más vago en cuanto a cuándo Canadá podría cancelar la exigencia de visado.
«El presidente y yo lo discutimos y dijimos que nuestros funcionarios examinaran opciones paso a paso para resolver la situación. Nos gustaría finalmente ver que el viaje desde México no necesita visados», dijo Harper.
Otro tema que los dos mandatarios discutieron fue el de la apertura del sector energético mexicano a inversores extranjeros. Canadá es una de las potencias mundiales en la explotación y desarrollo de recursos naturales y cuenta con un boyante sector petrolífero.
Antes de su encuentro con Harper, Peña Nieto se reunió con un grupo de líderes empresariales canadienses, entre ellos representantes del sector petrolero.
El presidente electo mexicano repitió durante la rueda de prensa su voluntad de cambiar las leyes mexicanas para permitir la entrada de inversores extranjeros en el sector energético mexicano «sin privatizar» la compañía estatal Pemex.
En ese sentido, Peña Nieto afirmó que, en consenso con otros grupos políticos, le gustaría «ver si es posible obtener un cambio legal que asegure, sin privatización de empresas estatales, tener una mayor participación del sector privado en el desarrollo de infraestructura para desarrollar el potencial energético» de México.