El pueblo palestino se prepara para un día «histórico» cuando la Asamblea General de Naciones Unidas vote este jueves una resolución que busca su reconocimiento como Estado observador y su representante en la ONU confió hoy en que ayude a «salvar» la solución de dos Estados.
«Lo que vamos a hacer es honorable, es legal, es multilateral y es democrático, venir a la capital del multilateralismo a convencer al mayor número de países posibles para que voten a favor y el resultado debe ser respetado por todos», afirmó hoy en una rueda de prensa el representante palestino ante la ONU, Ryad Mansour.
La Asamblea General votará una propuesta para cambiar de estatus la delegación palestina en la ONU, que de aprobarse pasaría de ser «entidad observadora» a «Estado observador no miembro», para lo cual no se requiere la aceptación del Consejo de Seguridad, sino solo el «sí» de la Asamblea General, algo que se da por descontado.
Mansour dijo que hasta el momento el proyecto de resolución que empezó a circular este lunes en los pasillos de la ONU será copatrocinado por «al menos sesenta países» pero se mostró confiado en que serán «muchos más» una vez que las delegaciones envíen el borrador definitivo a sus respectivas capitales.
«Será un momento histórico en la historia del pueblo palestino y en la historia de Naciones Unidas», indicó el embajador, quien añadió que después de la votación seguirán trabajando por la opción de los dos Estados, con capital en Jerusalén Este y volviendo a las fronteras de 1967.
El representante palestino aseguró que ese cambio de estatus será un «reconocimiento implícito» de que Palestina es un Estado y se mostró confiado en que «una gran mayoría» de países votará a favor porque, según dijo, «hay un consenso global» sobre la solución de los dos Estados viviendo «en paz y seguridad».
«Los que están interesados en salvar la solución de dos Estados deberán estar al lado de la historia, al lado de la humanidad, y votar a favor de nuestra resolución», señaló Mansour, quien agradeció el apoyo «valiente» de Francia y confió en que otros países europeos «sigan su ejemplo» y se pongan «al lado de la historia».
Mientras, ante las «amenazas» de algunos países que no mencionó, Mansour dijo que el pueblo palestino «no debe ser castigado» porque lo que está haciendo, reiteró, es «legal y honorable», y confió en que una vez que la resolución sea votada «todos» respeten los resultados.
«Creo que nuestros líderes, encabezados por el presidente Mahmud Abás, intentarán hacer todo lo posible para resolver este proceso y que el día después no haya castigos al pueblo palestino, pero si al final sucede algo negativo, lidiaremos con ello de la mejor manera que podamos», añadió el embajador.
El representante palestino indicó que «el día después» espera que se cree el ambiente necesario para sentarse a negociar con las autoridades israelíes para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la ocupación y permita el establecimiento de un Estado palestino que conviva en paz y seguridad con Israel.
«No queremos prolongar este conflicto, queremos acabar con esta tragedia, pero no somos tontos ni estúpidos», advirtió el embajador Mansour, quien dijo que las autoridades palestinas «no se atarán las manos» pero están dispuestas a negociar con Israel, país del que esperan «un gesto» poniendo fin a su política de asentamientos.
«Si ellos no se mueven en la misma dirección y rechazan todo lo que los demás estamos haciendo, entonces habrá que considerar otras opciones para que cumplan», respondió el representante palestino cuando le preguntaron si contemplan llevar a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El Ejecutivo palestino agradeció hoy en un comunicado «el apoyo internacional, oficial y popular» hacia la iniciativa palestina en la ONU y pidió a los Estados que «asuman su responsabilidad legal y moral y rechacen e impidan que se lleven a cabo las amenazas y política de extorsión israelí contra la Autoridad Palestina».
En septiembre de 2011 la demanda palestina para que la ONU les reconociera como un Estado miembro de pleno derecho fue bloqueada en el Consejo de Seguridad debido a la oposición de Estados Unidos por lo que este año buscan que la Asamblea les reconozca como Estado observador.
De confirmarse, Palestina obtendría un estatus similar al del Vaticano y le permitiría el acceso a varias agencias de la ONU y a tribunales internacionales como la CIJ, tal como ocurrió el año pasado con su ingreso en la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Emilio López Romero
