La decisión de un juez de ordenar el cese del alcalde de la municipalidad de Toronto, Rob Ford, por violar la ley sobre conflictos de interés, ha causado hoy sorpresa en la ciudad, la mayor del país y el sexto mayor gobierno de Canadá.
El fallo del juez Charles Hackland de ordenar el cese de Ford causó sorpresa a pesar de que observadores políticos y analistas jurídicos estaban de acuerdo en que Ford violó la ley sobre conflictos de interés cuando participó en una votación que afectaba sus intereses.
La mayoría de los analistas esperaban que Hackland condenase a Ford pero sin ordenar su cese.
Hackland suspendió la ejecución de su sentencia durante 14 días para permitir que Toronto realice los cambios administrativos necesarios para asegurar la gobernabilidad de la ciudad de más de 2,5 millones de habitantes.
Pasados los 14 días Ford dejará de ser el alcalde de Toronto a menos que otro juez ordene la suspensión temporal de la sentencia hasta que se agote la vía judicial.
Pero la sentencia no deja claro si Ford puede ser candidato en el caso de que se convoquen elecciones parciales de forma inmediata o si tiene que esperar hasta 2014, año en el que estaban previstas las próximas elecciones municipales.
Incluso el abogado que acusó a Ford de violar la ley, Clayton Ruby, declaró tras conocerse la sentencia que no tenía «ni la menor idea» de si Ford puede ser candidato antes de 2014.
Por su parte, Ford declaró poco después de conocerse el veredicto que apelará la sentencia, y acusó el resultado a «políticos de izquierda que me quieren quitar y harán todo lo posible por conseguirlo».
Desde que Ford ganó la alcaldía de Toronto en 2010, el político y empresario canadiense, se ha convertido en una controvertida figura tanto por sus decisiones como por sus formas.
En 1999, Ford fue detenido en Florida por conducir ebrio y estar en posesión de marihuana. En 2006, fue expulsado de un partido de hockey sobre hielo en Toronto por estar borracho y enfrentarse a otros espectadores.
Cuando se supo sobre los dos incidentes, Ford mintió y negó ambos sucesos aunque posteriormente admitió que eran ciertos.
Ford también está a la espera de que otro juez dictamine en las próximas semanas si es culpable de difamación tras acusar de corrupción al propietario de un restaurante que tiene una concesión en Toronto.
Ford también está siendo investigado de fraude electoral por haber excedido el límite de gastos permitido durante la campaña electoral.
