La misionera Nancy Writebol, la segunda estadounidense enferma de ébola en ser trasladada a EE.UU., llegó hoy a Atlanta y fue internada en una sala aislada del Hospital Universitario de Emory, donde han constatado una mejoría en su estado de salud pese a estar «muy, muy débil».
Writebol, de 59 años, fue trasladada desde Liberia a Atlanta en un avión ambulancia que llegó hoy a la Base Aérea de Reserva Dobbins, desde donde fue transportada en ambulancia hasta el centro hospitalario con un traje especial y acompañada por dos personas que usaron la misma indumentaria para evitar contagios.
«El hecho de que estuviera en una camilla no es una indicación de su condición con respecto al ébola, sino una indicación de que está muy, muy débil (tras un vuelo transatlántico)», dijo en una conferencia de prensa, Bruce Johnson, presidente de SIM, la organización vinculada a la misionera.
Junto al médico Kent Brantly, que también se contagió la enfermedad y se encuentra ingresado en el mismo hospital desde el pasado sábado, Writebol trabajaba en el centro de tratamiento de pacientes con ébola que el grupo Samaritan’s Purse tiene en Liberia.
Allí ayudaba a descontaminar a quienes entraban y salían de las instalaciones.
A pesar de su debilidad, la enfermera ha experimentado una mejoría en su estado de salud en los últimos días, tras recibir un suero experimental.
«Hemos visto un aumento en su apetito, pidió sopa de patata y yogur antes de abordar el avión, lo que cualquier médico puede interpretar como positivo. En cierto modo, hemos visto señales de mejoría», dijo el presidente de SIM.
Por su parte, la esposa de Brantly, internado en la misma sala aislada del hospital, informó hoy de que la condición de su marido mejora cada día y agradeció al personal que lo atiende.
«He podido ver a Kent cada día y continúa mejorando», dijo a través de un comunicado de la organización Samaritan’s Purse.
Según la farmacéutica Mapp Pharmaceutical, que desarrolló el suero que se administró a ambos pacientes, el compuesto se obtuvo en ratones expuestos a fragmentos del virus de ébola, cuyos anticuerpos generados en la sangre de los roedores impiden que el virus entre e infecte nuevas células.
De acuerdo con Johnson, ambos misioneros se mostraron optimistas sobre el impacto que su traslado a Estados Unidos y el uso de este suero experimental puede tener en el descubrimiento de una cura para la mortal enfermedad.
«Es difícil ver a dos compañeros de trabajo en esta situación, pero también hemos visto muchas cosas positivas salir de esta situación, y la primera es ver que, de repente, el mundo entero está prestando atención y se han dado cuenta de que deben hacer algo por esta situación en la que se encuentra África Occidental», aseveró el presidente de SIM.
Desde que inició el brote en marzo, han muerto 887 personas de los 1.603 casos confirmados en Liberia, Guinea Conakry, Sierra Leona y Nigeria, según el último recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con el directivo de SIM, hasta ahora el monto destinado al traslado de lo dos misioneros asciende a cerca de un millón de dólares.
La clínica en la que trabajaban los dos misioneros no está recibiendo nuevos pacientes con ébola y la organización investiga en conjunto con expertos de EE.UU. cómo se produjo el contagio, de acuerdo con Johnson.
Para intentar atajar este brote, la agencia gubernamental para prevenir y controlar dolencias infecciosas (CDC) envió a África Occidental un equipo de cincuenta especialistas para desarrollar una estructura que permita tratar la enfermedad de forma más efectiva.
El temor de que la enfermedad se propague a Estados Unidos ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias del país.
El hospital Monte Sinaí de Nueva York sigue a la espera del resultado de los análisis del paciente ingresado este lunes con síntomas de ébola, mientras que los exámenes realizados a una mujer que había viajado al África Occidental y que presentó similares señales en Columbus (Ohio) dieron negativo.
Atlanta (EE.UU.), 5 ago (EFE).-