Tucson (EE.UU.), 31 jul (EFE).- El Gobierno estadounidense negó la liberación bajo fianza de las madres y niños centroamericanos que se encuentran en el centro de detención de Artesia (Nuevo México) después de haber sido capturados cuando cruzaban la frontera sin documentos legales, la mayoría de ellos por Texas.
Así lo denunció el presidente electo de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA), Víctor Nieblas, quien explicó que «cuando a las personas, niños o familias, les dan la entrevista del miedo creíble (para demostrar temor a persecución religiosa o política) y la pasan, Inmigración les puede dar (imponer) una fianza, los puede dejar salir para que luego se presenten ante un juez de inmigración en el lugar donde viven».
Nieblas agregó que ahora después de que las autoridades migratorias les nieguen la fianza, estas personas están obligadas a permanecer en Artesia hasta que presenten sus casos ante un juez vía videoconferencia.
«Lo que están argumentando (las autoridades migratorias) a cerca de la fianza es que los niños y estas familias si los dejan salir bajo fianza, bajo palabra o con brazalete, ellos (podrían constituir) un riesgo a la seguridad nacional, indicando que si lo hacen darían luz verde a otros de que entren a Estados Unidos», comentó Nieblas, quien calificó esta situación de «problemática y frustrante».
Además añadió que los abogados pro bono que están trabajando los casos en Artesia enfrentan muchas limitaciones.
«Cuando tienen documentos para presentar a los jueces tienen que ir a otro centro de Inmigración, ya sea en El Paso u otro lugar. En situaciones regulares éstos se podrían enviar por fax, pero no hay como enviar fax desde Artesia», comentó Nieblas.
Aseveró que con negar las fianzas, el Gobierno busca «que las familias se desesperen y firmen la salida voluntaria».
En eso coincidió la viceministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Liduvina Magarín, quien este miércoles visitó las instalaciones del centro de detención de Artesia, donde hay 348 salvadoreños, madres y niños, varios de ellos bebés.
La vicecanciller indicó que hay muchas familias desesperadas por la situación y, aunque hayan pasado la entrevista del miedo creíble que les permite solicitar asilo, deben permanecer dentro del lugar hasta que tengan la entrevista con un juez.
«Tenemos once madres con sus hijos que tomaron la decisión de regresar a El Salvador, no han terminado el debido proceso pero están desesperadas con el encierro y no quieren seguir esperando más, desistieron de esperar el proceso completo», dijo este jueves a Efe Magarín.
«Nosotros como país hemos recibido a cuatro mamás con un hijo cada una, en total ocho salvadoreños», detalló mientras manifestaba que le preocupa mucho la situación de salud de los menores.
«Los encontré con ojeras, niños y niñas, en su mayoría menores de 12 años, mujeres con dos o tres niños en una condición preocupante. Los niños han presentado problemas de salud, han tenido infecciones de vías respiratorias, les han dado tratamiento pero no ha sido efectivo», dijo la vicecanciller salvadoreña.
A todo esto se suma que un menor hondureño fue diagnosticado con varicela, lo que obligó a vacunar a toda la población que se encuentra en el lugar.
Maragín dijo que debido al brote de varicela no les dieron fecha de vuelo para las familias salvadoreñas que regresarán a su país.