Millones de chiíes de Irak, el Líbano y Baréin celebraron hoy la festividad de la Ashura para conmemorar la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, asesinado en 680 en la ciudad iraquí de Kerbala.
En esa localidad, 170 kilómetros al sur de Bagdad, unos tres millones de peregrinos, de los que 200.000 eran extranjeros, participaron en la festividad, según fuentes oficiales, citadas por la televisión iraquí.
Unos 30.000 efectivos de seguridad protegen a los participantes en la Achura, apoyados por helicópteros del Ejército.
En declaraciones al canal Al Iraqiya, el gobernador de Kerbala subrayó que este año apenas se han registrados incidentes a diferencia de ocasiones anteriores en que la peregrinación fue objetivo de atentados que dejaron decenas de víctimas.
La mayoría de los participantes llevaban ropas negras y se golpearon la cabeza y el pecho como expresión de profundo dolor, e incluso algunos se lesionaron con espadas y cuchillos.
Entretanto, en el Líbano, el grupo chií Hizbulá organizó procesiones por todo el país, de las que la más importante fue la de los barrios sur beirutíes, donde decenas de miles de fieles desfilaron durante unas cuatro horas por las calles en respuesta a la convocatoria de su líder, jeque Hasan Nasrala.
Los asistentes a la marcha llevaban cintas negras y verdes en la cabeza, con lemas como «alto a la humillación» y «la muerte es para nosotros una virtud y el martirio una gracia divina».
Izaron también fotos del jeque Nasralá, quien siempre en esta ocasión se dirige a sus seguidores.
En su discurso de hoy, Nasralá advirtió a Israel de que «recibirá decenas de miles de proyectiles» si ataca el Líbano para vengarse de su «derrota» en la franja palestina de Gaza.
«Israel tuvo miedo de los proyectiles que cayeron en Tel Aviv, pero le digo que si agrede al Líbano tendrán que soportar decenas de miles (de proyectiles), que no solo caerán en Tel Aviv, sino también en otras partes del territorio israelí», dijo Nasralá en una videoconfencia ante sus seguidores en los barrios sureños beirutíes.
Desde que el fallecido fundador de la República Islámica de Irán, ayatolá Ruhola Jomein imán Jomeini, publicara una fetua (edicto islámico) prohibiendo la flagelación, los partidarios del Hizbulá no practican este rito.
No sucede lo mismo con los partidarios del grupo chií libanés Amal, que también conmemoran Ashura en varias regiones, en especial en la ciudad de Nabatieh, donde este año el ejército y las fuerzas de seguridad reforzaron las medidas de seguridad para evitar cualquier incidente.
Durante la procesión, los penitentes, cubiertos con una sábana blanca, se autoflagelaron la espalda y la cabeza con sables o cadenas.
Según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), muchas personas se desmayaron, de las que algunas fueron atendidas en hospitales de campaña, mientras que los casos graves fueron llevados a los centros sanitarios de Nabatieh.
En Baréin, las autoridades han adoptado duras medidas desde el comienzo del mes musulmán de Muharram, en el que se celebra la Ashura, con arrestos a varios clérigos y personalidades chiíes.
Pese a las restricciones policiales, las autoridades han permitido las procesiones en medio de un amplio dispositivo de seguridad con varios puestos de control que ha disuadido a muchos fieles de alcanzar los lugares de culto.
Aun así, decenas de miles participaron hoy en las procesiones en Manama y otras localidades de este reino, según pudo constatar Efe.
Activistas indicaron a Efe que se han registrado choques aislados entre opositores y las fuerzas de seguridad en algunos pueblos, donde los efectivos del orden han llevado a cabo redadas.
La Ashura se celebra el décimo día del mes de Muharram, fecha durante la que los chiíes lloran la muerte de Husein, nieto de Mahoma, asesinado en la localidad iraquí de Kerbala en el año 680 del calendario cristiano por las huestes suníes al mando del califa omeya Yazid I.