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La oposición venezolana muestra sus grietas en un año sin elecciones

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La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) está integrada por 22 partidos de diferentes tendencias políticas a los que une el convencimiento de que la "revolución bolivariana" que propugnó el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) debe terminar. EFE/Archivo
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) está integrada por 22 partidos de diferentes tendencias políticas a los que une el convencimiento de que la «revolución bolivariana» que propugnó el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) debe terminar. EFE/Archivo

La alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD) creada en 2009 para enfrentarse al chavismo en las contiendas electorales ha mostrado en los últimos días de este 2014 sin comicios algunas grietas que surgen por sus distintas ideas para dar con la ruta a la Presidencia.

La MUD está integrada por 22 partidos de diferentes tendencias políticas a los que une el convencimiento de que la «revolución bolivariana» que propugnó el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) debe terminar.
La alianza ha cumplido con el objetivo de asistir con candidatos únicos a las diferentes elecciones. Sin embargo, las distintas visiones y proyectos políticos de sus miembros han empezado a mostrarse con más fuerza este año en el que no hay elecciones, algo inusual en Venezuela, un país que ha ido 19 veces a las urnas en los últimos 14 años.
A principios de año, el partido Voluntad Popular (VP), liderado por el dirigente Leopoldo López, lanzó la iniciativa de «La Salida» junto a la entonces diputada María Corina Machado, que invitaba a los venezolanos a actividades de calle y protestas no violentas para pedir un cambio de Gobierno.
Este plan fue rechazado por el gobernador del céntrico estado Miranda y excandidato presidencial Henrique Capriles días después de su lanzamiento cuando señaló que no participaría en esas actividades tras reiterar que no cree en «salidas violentas» ni «golpes».
Capriles ha mantenido esta posición y recientemente ha insistido en que el cambio de Gobierno debe hacerse de forma democrática, sobre todo después de la ola de protestas antigubernamentales que sacudió al país desde febrero hasta mayo y que dejó 43 muertos, cientos de heridos y detenidos, incluyendo al dirigente de VP.
López está preso desde el 18 de febrero pasado y es acusado por la Fiscalía de ser autor intelectual de incendio intencionado, instigación pública, daños y asociación para delinquir por los hechos violentos del 12 de febrero, cuando una marcha que convocó terminó en violencia.
En el marco de las protestas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó a un diálogo con la oposición al que los partidos integrantes de la MUD accedió a asistir con la excepción del partido de López y de Machado, que se mantuvieron al margen de estas conversaciones.
Pero la distancia que ya se veía entre la MUD y López se amplió el pasado día 10 cuando el secretario adjunto de la alianza opositora Ramón José Medina dijo en un programa que se transmite por internet que el bloque no tiene «ningún plan» para sacar al dirigente de VP de la cárcel porque «él fue el que se entregó».
«Fracturar la Unidad no tendría perdón de Dios porque es la única manera de lidiar con un gobierno abusivo todopoderoso como este», dijo el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, el miércoles pasado en su cuenta de Twitter cuando también pidió hacer una «autocrítica como primer paso para definir una agenda de lucha».
El presidente del tradicional partido Copei, Roberto Enríquez, dijo a Efe que recientemente se han producido «algunas situaciones que se han generado por iniciativas que no han sido aprobadas dentro del equipo de la unidad (MUD) y eso es lo que ha generado estas perturbaciones».
Entre esas iniciativas, Enríquez no solo se refirió a la mencionada «salida» sino también a la convocatoria que hizo Capriles en vísperas de las elecciones municipales del 8 de diciembre en la que pidió a sus simpatizantes ir a votar como si se tratara de un plebiscito al Gobierno de Maduro y que resultó en fracaso.
«La salida y el plebiscito, creo que han sido dos cosas icónicas que rompieron los códigos de honor», dice Enríquez a quien le parece «inapropiado» que algunos digan que «la salida» fracasó «cuando hicieron lo mismo con el llamado plebiscito».
«Es un debate ocioso, ese no es el debate, el debate es qué tenemos que hacer para reencontrarnos, para relanzarnos y para ilusionar a la gran mayoría del país con el cambio», indicó tras comentar que Copei acaba de iniciar una «operación política de comunicación» con sectores chavistas para convencerlos de ese cambio.
Para el analista político y presidente de la firma Datanálisis Luis Vicente León, la oposición no está sufriendo de división alguna partiendo de que la MUD no es un partido político sino un espacio que reúne diferentes actores con distintas formas de ver la política y de hacer propuestas para lograr cambios, que es el objetivo común.
«No es ninguna división, es una forma natural de competencia interna dentro de un grupo heterogéneo que requiere renovación, por lo tanto creo que es más bien tímido lo que ha ocurrido», dijo León a Efe que defendió el derecho a expresarse y a buscar alternativas de todos los miembros de esta alianza que necesita hacer cambios.
Nélida Fernández / Caracas, 19 jul (EFE).-

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